Durante la década de los 90, las aventuras gráficas se convirtieron en uno de los géneros más queridos. Durante esos años se lanzaron grandes títulos como The Secret of Monkey Island o Day of the Tentacle estableciendo alguno de los estándares que perduran incluso en algunos títulos de la actualidad. Pero no vamos a hablar de ninguno de ellos sino de Broken Sword – La Leyenda de los Templarios: Reforged. Esta versión mejorada, que se puede disfrutar desde el pasado 19 de septiembre en PC, Nintendo Switch, Xbox Series X/S y PlayStation 5, no solo trae gráficos actualizados, sino que también incluye nuevas características que no estaban presentes en el juego original de 1996, mejorando así la jugabilidad.
Un viaje tranquilo por Europa
Era un día de otoño en París, y nuestro protagonista, George Stobbart, disfrutaba de un café con leche mientras escuchaba el suave murmullo de la ciudad. Sin embargo, ese día normal pronto se vio arruinado cuando un payaso, que apareció de la nada, dejó su acordeón en la cafetería y provocó una explosión. Aunque, por casualidades del destino, y porque de lo contrario no tendríamos juego, nuestro protagonista consigue salir ileso.
Tras recuperarse del incidente, decide investigar lo ocurrido y así es como conoceremos a nuestra compañera de futuras aventuras, Nicole Collard. Una periodista parisina que también estaba tras la pista de este misterioso payaso. Nicole se encontraba allí ya que había quedado con el hombre que acaba de morir para hablar sobre unos asesinatos… Juntos comienzan a seguir las pistas que los va acabar llevando a una intriga más profunda, pues se verán envueltos en medio de una conspiración que involucra a los Caballeros Templarios y a secretos que llevan ocultos durante siglos. Los peligros los acecharán y es posible que vean la muerte de cerca en más de una ocasión.
Hasta ahí podemos contar de una historia que hemos vuelto a disfrutar. Hacía bastantes años que no la jugabamos y nos ha vuelto a mantener intrigados. Además, sigue teniendo ese toque particular de humor que nos sacará algunas risas, aunque hay que reconocer que algunos de sus chistes no han envejecido muy bien. Algo que alegrará a mucho de los veteranos es que esta versión, al partir de la original, no se va a encontrar censurada. Así que volveremos a tener la caca en la tienda de disfraces y podremos ver algunas escenas que quitaron.
Aunque por otro lado hemos echado en falta, a nivel personal, que se hubiera gustado es que se hubiera mantenido de alguna forma el contenido adicional de Nicole que se añadió en la versión Broken Sword – La Leyenda de los Templarios: Montaje del Director. Siempre que se amplíe la historia con sentido o, como en este caso, se pueda conocer más a sus personajes, es un buen añadido. Sobre todo porque nos permite empatizar más con Nicole de cara a las siguientes entregas. Además, a nivel jugable, recordamos los puzles de Nicole como más desafiantes.
Adaptándolo para todos los públicos
Antes comentamos que se había pulido más la jugabilidad en Broken Sword – La Leyenda de los Templarios: Reforged. Esto permite que sea una de las mejores opciones para adentrarse en el género. Nada más empezar la aventura nos ofrecen dos modos de juego: el Modo Tradicional, que mantiene la experiencia clásica, y el Modo Historia, que proporciona pistas sutiles y simplifica algunas interacciones. Tenemos bastantes opciones para personalizar la jugabilidad a nuestro estilo de juego.
Aunque si que hemos notado algo que no hemos podido desactivar y que hace que la experiencia no sea del todo la clásica. Hemos tenido la oportunidad de jugar la versión de PlayStation 5 y, tras mover el cursor sobre el escenario hemos notado un efecto «imán» tras pasar sobre los objetos con los que podemos interactuar. Quitando esto, podemos afirmar y, aunque pueda parecer inusual, que se controla maravillosamente bien con el mando.
La interfaz ha sido modernizada para facilitar tanto la navegación como la resolución de los puzles. Incluso se nos permite activar opciones adicionales, como descartar objetos innecesarios o eliminar diálogos ya utilizados. Además, si accidentalmente pasamos por alto alguna conversación, podemos revisitar los diálogos anteriores. Son añadidos, que aunque puedan parecer una tontería, ayudan muchísimo a los jugadores novatos.
Los puzles, a diferencia de otros juegos del género, no tienen apenas intentos de ensayo y error. Aunque, sí que tiene una particularidad y es que es conveniente volver a hablar con los personajes más de una vez. Se nos va a dar el caso que, tras hablar con algún personaje, ahora tengamos nuevas opciones de diálogo con otros. Aunque si hay algo que me «molesta» de esta aventura son sus puzles contrarreloj.
Broken Sword – La Leyenda de los Templarios: Reforged tiene algunos puzles que dependerán de nuestra agilidad y de que prestemos bastante atención a los detalles. Ya que en ocasiones, si no somos lo suficientemente rápidos, podría significar la muerte. Esto era un gran problema ya que era bastante probable que perdiésemos todo el progreso que llevábamos. Pero ahora, gracias al autoguardado, no tenemos que sufrir mucho por morir. Incluso, algunas escenas si ya han sido vistas, podemos saltarlas.
Lavado de cara a 4K
Uno de los aspectos más destacados de Broken Sword – La Leyenda de los Templarios: Reforged, que se aprecia desde el primer momento, es la mejora gráfica. Los fondos han sido redibujados, lo que permite disfrutar más de la aventura. Es cierto que los objetos interactivos son los mismos que en el original, pero si echas de menos los gráficos antiguos, solo con pulsar un botón puedes verlos. Esto nos permite apreciar el nuevo trabajo y los cambios realizados fácilmente.
En cuanto al sonido, la banda sonora compuesta por Barrington Pheloung complementa perfectamente la atmósfera del juego. Esta versión incluye doblaje en varios idiomas, incluido el español. Si ya habías jugado al juego, encontrarás que se trata del mismo (con sus pros y sus contras). De hecho, volveremos a encontrar algunos fallos que ya pudimos ver anteriormente, como errores en los textos con letras que llevan tilde y no aparecen o fallos ortográficos como laísmos. Además, hay algunas escenas en las que la música solapa un poco al diálogo y no se puede escuchar bien lo que dicen.