Hoy os traemos Shantae Advance: Risky Revolution, una entrega que se empezó a desarrollar en 2002 para Game Boy Advance y que, lamentablemente, se canceló en 2004. Pero ahora, gracias a WayForward, podemos disfrutar de este título en PlayStation 5, PlayStation 4, PC y Nintendo Switch.
Shantae Advance: Risky Revolution como puente narrativo
Si no estáis familiarizados con la saga, la historia gira entorno a Shantae, una medio genio que protege Sequin Land de constantes amenazas. En esta ocasión, la pirata Risky Boots regresa con un nuevo plan: ha creado una máquina capaz de rotar el continente para mover las ciudades a la costa y facilitar sus saqueos. Tendremos que explorar las diferentes ciudades de este continente para evitar los planes y acabar con ella una vez más.
Para poneros también un poco en contexto esta aventura funciona como un puente narrativo entre el primer juego de Shantae y el tercero, Shantae: Risky’s Revenge. Cada juego tiene su historia y, como el groso del juego está en su jugabilidad, realmente podéis jugar sin problemas a esta entrega si haber jugado al primero. Es cierto que, si los vais jugando en orden, vais a ir viendo la evolución de los personajes y también conocer nuevos.
(Como novedad podemos elegir al inicio qué traje queremos que lleve Shantae)
Completar Shantae Advance: Risky Revolution explorando sin prisas y obteniendo todos los coleccionables nos ha llevado alrededor de 8 horas. Sin embargo, si buscáis un desafío mayor, podéis intentar terminarlo en menos de 3 horas para desbloquear diferentes pantallas de victoria. En total, hay 4 pantallas de victoria distintas que dependen de cómo completéis la partida: completándolo al 100%, completándolo en cualquier porcentaje, completándolo en menos 3 horas y completándolo en menos 3h al 100%. Por lo tanto, si vuestro objetivo es conseguir el platino o todos los trofeos, tendréis que planificar y optimizar vuestras partidas al máximo para dominar tanto la exploración como el speedrun.
Salta, mata, baila y transfórmate
Este título mantiene las mecánicas que hacen única a esta saga de acción, plataformas y toques metroidvania. Nuestra protagonista, Shantae, puede realizar bailes mágicos que le permiten transformarse en diferentes animales. Cada transformación desbloquea habilidades especiales que nos permiten acceder a nuevas áreas del mapa, como trepar paredes o nadar.
Este juego incorpora además una novedad que ya pudimos ver en Shantae: Risky’s Revenge, que es el uso de cambios de planos. La aventura nos permite movernos entre dos profundidades diferentes en el escenario, lo que añade una dimensión extra a la exploración y la jugabilidad. Esto no solo hace que explorar sea más divertido, sino que también complica un poco la orientación y nos puede hacer perdernos con más facilidad, sobre todo porque no hay mapa para consultar. Esto implica que, si queremos conseguir todos los viales de salud y los corazones de calamar ocultos, tendremos que explorar a fondo y regresar a zonas previas (backtracking). De hecho, no podremos obtener todos los coleccionables en las primeras zonas sin haber desbloqueado todas las transformaciones.
Para que la exploración no sea demasiado sencilla, nos encontraremos con enemigos que nos impedirán el paso. Si ya has jugado otros títulos de la saga seguramente los reconoceréis y sabréis cuales son sus patrones. Son bastante fáciles de matar y por lo general no tienen mucha vida, lo complicado es apuntar correctamente para poder matarlos. Y los que si suponen un poquito más de reto son los jefes. Por lo general en cada capítulo tendremos un enfrentamiento contra un enemigo que se repite cada capítulo que será el que nos otorgue el objeto para poder transformarnos y luego la batalla contra el jefe.
Estos combates, comparados con las otras entregas, los hemos encontrado bastante sencillos. De hecho, algunos de ellos, con quedarnos en una esquina y pegar será suficiente. Nos habría gustado haber hecho uso de las transformaciones de Shantae para tener que superar estas fases pero simplemente con la forma normal ha sido suficiente para ganar.
Aun así, si os cuesta avanzar o derrotar a estos jefes, podemos hacer algunas compras en la tienda. Por lo general, ya sea mediante la exploración, rompiendo jarrones o matando enemigos, vamos a poder conseguir gemas. Con estas podemos comprar mejoras para Shantae como el champú para que golpee más rápido con el pelo, hacernos invisible o incluso poder lanzar bolas de fuego.
Renovando el aspecto
Para hablar del apartado gráfico de Shantae Advance: Risky Revolution antes hay que mencionar que el juego nos ofrece tres modos distintos: Modo Historia, Modo Batalla y Modo Clásico. El primero de ellos es una recreación del juego original con gráficos mejorados, siguiendo el estilo característico de la saga. La verdad es que jugarlo se ha sentido como si no hubiera sido el eslabón perdido de hace 20 años. Además, esta versión incluye nuevas zonas que no estaban en el título original, ampliando la experiencia de juego. En cambio el Modo Clásico que nos permite disfrutar de la versión original, lamentablemente solo está disponible con textos en inglés.
(Los escenarios del modo batalla van cambiando en cada partida)
El Modo Batalla se basa en los gráficos clásicos y ofrece la posibilidad de competir localmente con hasta cuatro jugadores. A diferencia de un típico recorrido en el que el objetivo es llegar primero (que habría sido más interesante), aquí el reto es ser el último guerrero en pie. Cada jugador comienza con 3 corazones, y la única forma de reducirlos es lanzando a los oponentes hacia los pinchos. Para añadir dinamismo, el escenario gira constantemente, lo que nos obliga a aferrarnos a cualquier superficie disponible. Ya que, si nos caemos de una gran altura quedaremos aturdidos. En nuestra experiencia, solo hemos podido jugar con dos jugadores, y resultó ser entretenido.
En lo que respecta al rendimiento por lo general ha sido bastante bueno. En nuestro caso hemos tenido la oportunidad de jugar a su versión para PlayStation 5 los tiempos de carga han sido rápidos, las animaciones fluidas y los controles respondían con precisión (muy importante en este género). Sin embargo, no todo ha sido perfecto. Durante la partida el juego se ha cerrado de forma inesperada varias veces. Esto ha sido un poco en frustrante sobre todo porque nos ha ocurrido 3 veces durante el combate final. Por último, la banda sonora mantiene el sello distintivo de la saga, con melodías pegadizas que acompañan perfectamente a la aventura.