Ys X: Nordics marca un nuevo capítulo en la icónica saga de JRPGs desarrollada por Nihon Falcom. Esta entrega no solo amplía el universo de Ys, sino que también presenta nuevas mecánicas de juego que prometen aportar frescor. Estas semanas hemos tenido la oportunidad de sumergirnos en su versión para PlayStation 5 y, tras más de cincuenta horas de exploración y combate, estamos listos para compartir nuestras impresiones.
De vuelta al pasado
Si sois nuevos en la saga Ys la historia gira entorno a las aventuras de Adol Christin. Todo comienza cuando deja su hogar a los 16 años para embarcarse en sus propias aventuras, inspirado por las historias de tierras lejanas y héroes que escuchó durante su infancia. A lo largo de sus aventuras, Adol mantiene un registro de sus experiencias en forma de diarios. Estos diarios no solo documentan sus viajes y descubrimientos, sino que también proporcionan una conexión entre los diferentes juegos de la serie.
«Cuando nacemos, somos tan libres como un pájaro, sin ninguna restricción que nos ate.
Cuando crecemos van apareciendo cadenas que nos atan y recortar nuestras alas pluma a pluma.
Con el tiempo, anhelamos regresar a la libertad que una vez conocimos.
Pero la verdad es…
Podemos volver a esos días siempre que así lo decidamos.»
Tras este extracto de Adol Christin da comienzo la historia de Ys X: Nordics. En esta ocasión nos encontramos aproximadamente un mes después de los eventos de Ys II: Ancient Ys Vanished. Encontramos a un Adol de 17 años de camino a Celceta, acompañado por su fiel amigo Dogi.
Mientras navegamos a nuestro destino nuestro barco se ve abordado por la Balta Seaforce. Se trata de un grupo de piratas Normands que saquean y exigen peajes a los barcos que entra en Obelia Gulf y así garantizarles su protección. Es en este tenso encuentro donde Adol conoce a Karja Balta, la intrépida hija del líder y quien se convertirá en la segunda protagonista de esta entrega.
Los acontecimientos obligan a hacer escala en Carnac, donde Adol, siempre en busca de aventuras, se topa con una amenaza sobrenatural: los Griegrs, criaturas aparentemente inmortales que siembran el caos. Durante la batalla por proteger el pueblo, Karja aparece para unirse a la lucha. Será entonces, cuando en un giro del destino, un misterioso poder, conocido como Mana, los une con un vínculo invisible, impidiendo que se alejen más allá de cierta distancia.
Esta unión forzosa marca el inicio de una aventura para desentrañar los secretos de Mana y liberarse de su atadura mística. Sin embargo, su búsqueda pronto se entrelaza con una amenaza mayor. Tendremos que aunar fuerza con la Balta Seaforce para intentar frenar a los Griegrs, que intentan acabar con la humanidad. Su plan va más allá así que para descubrirlo deberéis jugarlo.
Es importante destacar que no es necesario haber jugado los títulos anteriores para disfrutar plenamente de esta historia. Ys X: Nordics está diseñado para ser accesible a nuevos jugadores, aunque aquellos familiarizados, encontrarán referencias y conexiones que van a enriquecen lo que conocemos del mundo de Ys.
Si lo comparamos con sus dos últimas entregas, en las cuales se le dio más peso a la carga narrativa, seguimos teniéndole un cariño más especial a Ys VIII: Lacrimosa of Dana. Consideramos que la octava entrega consiguió un buen equilibro a nivel de historia y jugabilidad. Esto no quiere decir que no hayamos disfrutado de Ys X: Nordics pero si que hemos sentido que ha faltado algo en comparación con sus predecesores.
¡Al abordaje!
Ys X: Nordics introduce varias novedades significativas en la jugabilidad. Estas innovaciones se centran principalmente en la exploración naval y los combates marítimos. Por primera vez en la saga, podemos navegar libremente a través de esta nueva región. Lo haremos a bordo del Sandras y, aunque una vez en el mapa nos sintamos abrumados por su inmensidad, solo tenemos que tener paciencia. El propio juego nos acotará las zonas que podemos navegar según vayamos avanzando en la historia.
La navegación no se limita solo al mar abierto. Podremos visitar diversas islas, algunas cruciales para el avance de la historia principal, y otras que servirán como puntos de abastecimiento de materiales y lugares para pescar. La pesca vuelve a ser importante ya que, tras reportar nuestras capturas, podremos conseguir recompensas significativas como la última armadura para uno de los personajes.
Durante nuestra travesía, podemos recoger objetos y dinero, pero también podremos librar combates marítimos. Los barcos enemigos cuentan con un medidor de durabilidad que, al agotarlo, podremos destruir o, en otras ocasiones, abordar. Tras realizar un abordaje, tendremos que superar tres oleadas de enemigos en combates cuerpo a cuerpo controlando a Adol y Karja. Ganar estas batallas permite obtener objetos raros de los cofres del tesoro que se encuentran a bordo, incentivando así el riesgo y la recompensa. Es bastante recomendable luchar siempre que sea posible, ya que también es una forma rápida y efectiva de ganar dinero.
Por este motivo, es importante echarle un vistazo al sistema de personalización del barco. Este nos permite mejorar tanto su movilidad como sus capacidades de combate, como nuevos tipos de balas de cañón. Pero para poder hacerlo, necesitamos varias cosas: tener dinero y tener el plano de mejora. Aunque no será la única forma ya que, cuando un nuevo personaje se una a nosotros, las estadísticas el barco mejorarán. Algunos personajes pueden incluso añadir nuevas funciones al barco, como tiendas o desencadenar eventos y misiones especiales.
Acabaremos viendo que navegar va a ser imprescindible sobre todo si queremos realizar todas las cosas secundarias que nos ofrece Ys X: Nordics. Y es por ello que hay que hablar de las reconquistas de islas o como el juego lo llama «Recaptures». Durante estas misiones deberemos obtener la mejor puntuación posible en dos fases: la naval y la de batalla terrestre. El éxito en estas reconquistas puede resultar en recompensas valiosas, como objetos necesarios para nuevas misiones secundarias o materiales para mejorar armas y armaduras.
Luchando en pareja
El sistema de combate de Ys X: Nordics sigue la estela de sus predecesores. Sigue siendo un RPG de acción pero en cada entrega suele haber novedades en este aspecto. En esta ocasión solo vamos a tener dos personajes jugables. Adol se caracteriza por sus ataques rápidos, mientras que Karja es ideal para romper las barreras de ciertos enemigos con sus poderosos golpes.
El juego ofrece una amplia variedad de opciones de ataque para acabar con los enemigos. Además de los ataques normales, tenemos acceso a numerosas habilidades. Estas se pueden adquirir de diversas formas: subiendo de nivel, utilizando frecuentemente ciertas técnicas, o encontrando libros de habilidades dispersos por el mundo del juego, a menudo como recompensas de misiones secundarias.
Una novedad destacada en Ys X: Nordics es la introducción de las Release Lines que añade una capa de estrategia al juego. Se trata de un árbol con diferentes ranuras donde se pueden colocar unos orbes que nos permiten mejorar atributos como fuerza, defensa o suerte. Para desbloquear estas ranuras, se necesitan puntos especiales, y algunos nodos pueden otorgar nuevas habilidades a los personajes. Este sistema es particularmente valioso en dificultades más altas, donde la optimización de parámetros puede marcar la diferencia.
Al igual que en otros juegos de la saga volvemos a tener un botón para esquivar y otro para bloquear los ataques. Aunque, ahora las esquivas se realizan de forma automática si tenemos pulsado el botón. Es imprescindible hacerse con estas mecánicas sobre todo al principio ya que sino acabaremos más tiempo muertos que vivos.
Podemos jugar con Adol y Karja de forma individual también vamos a poder hacerlo en sincronía. Este modo de ataque dual es otra de las innovaciones que nos ofrece Ys X: Nordics. Mientras luchemos conjuntamente haremos mayor daño a los enemigos y también podemos usar habilidades únicas. Estas técnicas combinadas se van desbloqueando a medida que los personajes suben de nivel y avanzamos en las Release Lines.
Se agradece la amplia variedad de habilidades en Ys X: Nordics, aunque quizás haya un exceso. De hecho, si nos limitamos a utilizar solo las habilidades que se obtienen en las Release Line, tanto individuales como en grupo, podemos completar el juego sin mayores complicaciones.
Mencionar también que Ys X: Nordics nos ofrece diversas dificultades que van desde Easy hasta Inferno. En nuestro caso hemos completado la aventura en Normal en nuestra primera partida y en Nightmare en la segunda vuelta. Hay que reconocer que el inicio en normal, dado que no tenemos apenas habilidades y nivel, se nos hizo un poco cuesta arriba. Pero realizando todo el contenido opcional no hace falta para nada entrenar y acabaremos ganando sin problemas.
Si os atrevéis a jugar una Nueva Partida + os recomendamos que optéis por Nightmare o Inferno. Podéis elegir si queréis llevaros bastante de vuestro progreso como nivel, habilidades y dinero. En nuestro caso hemos elegido Nightmare y aunque al principio ha sido un paseo luego hemos dificultades. Algunos jefes nos han hecho sufrir y tener que hacer reajustes en las Release Lines, buscar el accesorio oportuno y usar comida para que nuestra vida se fuera recuperando poco a poco.
Mejora leve en la calidad
Se nota una mejora en la calidad gráfica en Ys X: Nordics. Aunque algunas animaciones son un poco pobres, como el gato en Carnac que gira sobre sí mismo para darse la vuelta. En cuanto a los escenarios, aunque algunas islas o mazmorras pueden parecer similares, hay suficiente diversidad para mantener el interés.
A diferencia de Ys IX: Monstrum Nox, donde la verticalidad era un aspecto destacado, esta entrega se enfoca en nuevos poderes que hacen la exploración más amena y diversa. Estos poderes, conocidos como «Mana Action», se obtienen de forma obligatoria a lo largo de la historia. Aunque no hay una tantos como en Ys VIII: Lacrimosa of Dana, incluyen habilidades interesantes como el uso de un gancho (Mana String) o la capacidad de detectar interruptores o tesoros ocultos (Mana Sense).
Este último nos obliga a ser más cuidadosos en la exploración de las mazmorras y a revisitar algunas de las primeras en las que no teníamos este poder. Sin embargo, creo que no se ha aprovechado todo su potencial. La idea es excelente, pero no se ha utilizado para crear puzles más complejos que podrían haber hecho las mazmorras más divertidas.
A pesar de estos pequeños detalles, hay que alabar su rendimiento, que por lo general ha sido sin problemas, y los tiempos de carga en PlayStation 5 han sido bastante rápidos. Y sin duda una vez más la banda sonora, de nuevo compuesta por Falcom Sound Team jdk, es uno de los puntos fuertes tanto de esta entrega como de la saga en general.