El espectáculo de los videojuegos
No es la primera vez que asisto a la Madrid Games Week, y la verdad es que lo que he podido ver esta vez no ha estado nada mal: muchos stands, muchas consolas disponibles y muchas opciones a probar. Desde juegos ya lanzados hasta juegos que parece que se retrasan hasta el infinito, pasando por novedades casi inminentes. El gran ausente, por supuesto, es Red Dead Redemption 2, que como sabemos a Rockstar ni se le espera en este tipo de eventos, aunque algún despistado preguntara cerca del stand de PlayStation – supongo que confundido por toda la publicidad en el transporte público de Madrid. En cualquier caso, os adelanto: es la feria con los juegos más bonitos que he visto en mucho tiempo.
Nintendo y la oferta interminable
La oferta era ciertamente abrumadora, y por ello hemos podido probar más juegos de los que inicialmente intuíamos. Nada más entrar al pabellón 12 de IFEMA nos encontramos con los stands de Nintendo y Xbox, y prácticamente sin darme cuenta me vi envuelto en una partida de Super Smash Bros. Ultimate en el escenario principal de Nintendo. Aunque mi estrategia de elegir a Ness no tuvo muy buen resultado (el manejo es muy similar al de Wii U / 3DS, donde no era un luchador sobresaliente), el juego funciona fluidísimo en modo TV, luciendo además notablemente mejor que en la anterior entrega.
La cantidad de personajes y escenarios de la build que Nintendo ha llevado al evento no ha sido excesivamente amplia (30 personajes incluyendo al Aldeano, Ridley o Snake, y unos 20 escenarios incluyendo uno en lo alto de una torre de The Legend of Zelda: Breath of the Wild), pero que me aspen si ver a Cloud o Bayonetta moverse en este juego no es una delicia. Cabe destacar que no he podido ver el juego corriendo en modo portátil, únicamente en las pantallas instaladas al efecto que, como siempre, no estaban calibradas en las mejores condiciones, por lo que sigue siendo una incógnita cómo funcionará el juego en estas circunstancias. Lo mismo puedo decir de los controles: solo podíamos utilizar el mando Pro de Nintendo Switch, por lo que desconocemos cómo se comportarán los Joy-Cons ante las exigencias de este juego.
Sin embargo, la zona de Nintendo quizás ha sido de las más decepcionantes: aunque había más de 30 títulos distintos, también había dos problemas más o menos evidentes: muchos juegos que ya estaban en el mercado, a modo de exposición para conseguir un repunte de ventas, y próximos lanzamientos con muy pocas consolas (excepto Super Smash Bros. Ultimate, por supuesto). Pokémon Let’s Go únicamente contaba con seis consolas y las demostraciones eran bastante largas, pero a pesar de todo pude probarlo, con un poco de suerte. Visto directamente, es mucho más “calentito” y apetecible que a través de los trailers, y mis ganas de volver a recorrer el Bosque Verde de cabo a rabo han aumentado exponencialmente.
Como curiosidad, forma de jugar que teníamos los asistentes que asumíamos el rol de “jugador 1” (la demo incluía modo cooperativo, pero la probé en solitario) era mediante la Pokéball Plus, y nadie parecía tener ningún problema con él durante las partidas – aunque personalmente sigo dudando de la utilidad del periférico, más allá del gimmick. Además, las mecánicas introducidas para paliar la falta de combates contra pokémon salvajes parecen una decisión bastante acertada: la experiencia se reparte entre los miembros del equipo activos, y se obtiene por lo acertado de nuestro lanzamiento, siguiendo un sistema muy similar al de Pokémon Go, y poder ver los pokémon correteando por el mundo crea buenas expectativas (la perspectiva de poder evitar las hordas de Zubats en el Monte Moon es demasiado atractiva como para ignorarla). En resumen, la nostalgia mezclada con el fenómeno Pokémon Go me ha parecido muy potente en directo, estamos cerca de saber qué ocurre con este pseudo-experimento en la serie Pokémon.
Del stand de Nintendo también pudimos probar un juego que saldrá poco después de Pokémon Go, y es Diablo 3. Lo teníamos en modo portátil y en modo TV, aunque en mi caso jugué con 3 desconocidos una Falla Superior en el modo portátil. Poco se puede decir de Diablo 3 a estas alturas, pero he podido despejar los miedos que tenía: se juega bien, funciona bien, y los mandos se nos pueden fundir en las manos de la más que probable adicción que sufriremos si lo compramos.
Bandai Namco: directos al grano.
Ya en otras secciones, especialmente interesante resultaba la zona de Bandai Namco, con unos cuantos títulos interesantes. No pudimos probar My Hero One Justice y Jump Force, pero a juzgar por el interés del público en estas demos parece que puede tener buena acogida. Pero en el stand, como decíamos, había muchos más juegos, empezando (por ejemplo) por Ace Combat 7: Skies Unknown, la nueva entrega del simulador-arcade de combate aéreo, que nos ha parecido bastante llamativo, aunque las condiciones no eran las mejores para disfrutarlo. No me extenderé aquí, pero en la segunda parte de esta crónica haremos algunos comentarios al respecto. Del juego, decir que he comprobado que los controles del avión son muy intuitivos, y sin ser un gran fan de este tipo de juegos, la sensación de pilotar un avión de combate e incluso acertar a algunos objetivos móviles es muy satisfactoria.
Otro juego bastante curioso de probar (para un lego en la materia como yo) fue Katamari Damacy Reroll, en su versión de Nintendo Switch y con una build específica para el evento. Aunque tenía mis dudas tras ver cómo el juego sufría para mantenerse estable en el último Nintendo Direct, la verdad es que en el modo portátil no hubo ningún problema técnico. Se ve un juego muy colorido, y las mecánicas no podrían ser más simples: usamos los dos sticks, simultáneamente, para mover la bola por el escenario y llevarnos todo con nosotros para conseguir aumentar el tamaño de nuestra bola de cosas hasta el objetivo. El nivel de la demo era bastante simple (aunque estuve a punto de quedarme enganchado en una parte casi al final del tiempo, cuando mi acumulación de objetos ya era muy alta), pero la diversión de arrasar con todo a nuestro paso se podía sentir en los escasos 5 minutos que podíamos jugar. La localización al castellano también promete ofrecernos unas buenas risas. Como decía, aun sin ser muy fan de este tipo de juegos, ahora mismo siento muchísima curiosidad por saber todos los contenidos que traerá este Katamari Damacy Reroll.
Tampoco soy excesivamente entusiasta de los videojuegos de terror, pero Man of Medan, lo nuevo de Supermassive Games (desarrolladores de Until Dawn) tiene muy buen aspecto. La build de Man of Medan se desarrolla en un barco medio en ruinas, y sin mucho contexto (nada más que unas pocas explicaciones en una cinemática) vamos medio guiados por lo que parece ser un secuestrador, hasta que las cosas se ponen feas, ya sabéis: maldiciones, visiones, ruidos, muertos que se mueven… Todos los ingredientes para un juego de terror cuyas mecánicas se basan en quick time events para las escenas de acción, y unos pocos botones y dos sticks para la exploración. Veremos en qué queda la apuesta de Bandai Namco por este juego, previsto para 2019.
El último juego que probé en esta zona fue One Piece: World Seeker, la nueva aventura de nuestro señor con sombrero de paja favorito. En la demo podíamos jugar una zona cerrada, en la que teníamos que llegar al pico de una montaña usando las pocas técnicas disponibles (usando golpes normales, esquivas, y unas pocas técnicas especiales), para acabar con un combate final. El control del combate no es todo lo refinado que podría y el movimiento es algo lento, pero es fácil obviar estos defectos si nos fijamos en el apartado artístico: la animación de Luffy y de los enemigos es sublime, tanto en juego como en cutscenes, y el estilo artístico escogido encaja como un guante. Solo necesita un pulido en las mecánicas para llegar a ser un juego notable.
Kingdom Hearts
Mentiría si dijera que soy fan de Kingdom Hearts, pero mentiría también si no dijera que los diez minutos que duraba la demo en el stand de Sony no fueron de lo más divertido e impactante que he jugado en mucho tiempo. Kingdom Hearts 3 se presenta con una factura técnica impecable, con un carisma que casi sale de la pantalla y nos envuelve, con una facilidad para transportarnos a su mundo (o uno de ellos) y que deseemos quedarnos allí para siempre. Teníamos disponibles dos demos distintas, y personalmente escogí la que más suponía que podía encajar conmigo: la situada en el mundo de Toy Story. El resultado es tan loco que hasta que no pasé a la parte jugable pensaba que me estaban tomando el pelo.
Todo en Kingdom Hearts 3 está cuidado con el mayor de los mimos, desde los detalles más mínimos del escenario al mapeado de los botones, el doblaje en inglés sublime, la localización al castellano más de lo mismo, pero lo más sorprendente me pareció la facilidad con la que pude adaptarme a controlar a Sora (en mi demo era el personaje jugable) sin haber jugado nunca antes a la saga. Entre las combinaciones de comandos normales y comandos rápidos (que estaban mapeados con las magias y solo había que pulsar ‘L1’ más alguno de los botones de acción) pude realizar algunos combos bastante impresionantes, con efectos igual de impresionantes. Los movimientos especiales tienen un encanto increíble, ver a Woody y Buzz animados mientras jugaba era una gozada espectacular. En estos momentos, es más probable que acabe jugando a Kingdom Hearts 3 de lanzamiento de lo que yo mismo hubiera pensado nunca. Y sin importarme lo más mínimo lo ocurrido hasta el momento en la historia.
Hasta aquí llega nuestro resumen de lo que pudimos probar en el evento. Lamentablemente pudimos asistir en días un poco complicado, por lo que intentamos seleccionar los juegos que podrían tener más interés para vosotros. Se nos quedan muchas cosas en el tintero: Starlink, la zona de desarrolladores indie nacionales, la zona PlayStation Talents… No obstante, sí pudimos asistir a algunas charlas a cargo de invitados interesantes. ¡Hasta la próxima!
Ernie