Este mes ya tenemos disponible Candle: The Power of the Flame en PlayStation 4, Xbox One y Nintendo Switch (la cual hemos analizado). Es un título que ha sido desarrollado por el estudio español Teku Studios y que mezcla los elementos de una una aventura gráfica en 2D y los elementos de un plataformas. Este título pudo hacer su primera su primera aparición en PC en noviembre de 2016 gracias a ser financiados en Kickstarter en 2013.
En busca del chamán
Encarnaremos el papel de Teku, un joven con una vela en su mano izquierda, que ha visto como la tribu de los Wakcha ha atacado su aldea y raptado al chamán de su tribu. Como buen aprendiz de chamán, decide ir en rescate de su maestro en un viaje que no será nada fácil. En él encontraremos gente de nuestra tribu a la que ayudar, nos enfrentaremos a muchos peligros y acabaremos descubriendo una verdad que llevaba oculta mucho tiempo.
La historia de Candle: The Power of the Flame se desarrolla en tres actos, y aunque pueda parecernos simple, nos va a acabar atrapando durante sus más o menos 12 horas en completarlo. Este tiempo es estimado ya que en función de los hábiles que seáis resolviendo los desafíos del juego puede llevaros mas o menos de ese tiempo.
Usando el fuego
La principal particularidad de nuestro protagonista es la vela que tiene como su mano izquierda y que va a ser fundamental a la hora de avanzar durante nuestra aventura. Vamos a encontrarnos situaciones en las que si queremos acceder a una cueva oscura será indispensable que la vela esté encendida o que debamos quemar alguna antorcha o elementos que nos va a permitir que se abra una puerta.
Este elemento está bastante bien integrado en la resolución de los puzles, lo cuales por lo general no me han sido difíciles de resolver pero si ha habido algunos que nos han llevado a recorrer los escenarios una y otra vez en busca de aquella pista o detalle en el escenario que se nos estaba escapando. La inclusión de la vela también nos lleva a tener que realizar un resplandor con ella para desvelar algunos secretos ocultos en los escenarios.
Hay que saber infiltrarse
El mundo de Candle es un poco hostil desde el primer momento que empezamos a controlar a Teku. Los enemigos que mencionamos al principio llamados Wakchas van a intentar acabar con nosotros si estamos en su punto de vista. Es por ello que en ocasiones se va a requerir que seamos sigilosos para pasar inadvertidos.
Después será nuestra elección que o bien acabemos con el enemigo o pasemos de forma sigilosa hasta nuestro objetivo. Ser sigilosos se aplica en todos los sentidos, cuando estemos delante de un Wakcha habrá que evitar correr y sobre todo no tener la vela encendida. Si nos detectan nos matarán y habrá que empezar desde el último punto de control.
Pero estos enemigos no son los únicos que vamos a encontrar en el juego y es que el propio mundo también intentará acabar con nosotros. Tendremos que ingeniárnoslas para desactivar trampas que harán que nos caiga una roca, pinchos que salen dentro de un árbol o incluso pequeños bichos que tratarán de comernos.
Diseños de acuarela
Candle: The Power of the Flame tiene un apartado artístico bastante peculiar con personajes y escenarios pintados de acuarela. Es tan cuidado el trabajo que ha hecho el equipo de Teku Studios que los fondos y los personajes han sido dibujados a mano y luego escaneados. Dónde vemos que sufre más el diseño, y se ve un poco borroso todo, es en las partes de cinemáticas que han acabado haciendo que deseemos que vuelva el diseño tan bonito que hay en el gameplay.
Dónde hay que poner una pega es en el tamaño de la letra al jugarlo en el modo portátil. No está bien adaptado y el tamaño de la letra tanto de los subtítulos como en el menú es demasiado pequeña y si no nos acercamos la consola difícilmente vamos a poder leerlo. Además, seguimos encontrando un control un poco tosco en ocasiones y también algunos bloqueos al acceder a algunos puzles que nos han obligado a cerrar el juego y tener que volver a abrirlo.
La banda sonora, a pesar de que no tiene canciones destacables a excepción del único tema cantado durante el final del juego, se integra bastante bien con los escenarios. La localización del juego está bastante bien, con una traducción a varios idiomas, y un doblaje bastante épico gracias a la voz de Pepe Mediavilla como narrador que nos acompaña durante toda la aventura.