Análisis – Debris Infinity

Análisis
6

Bueno

No solemos analizar muchos juegos de corte completamente occidental, y pocas veces tenemos la oportunidad de analizar un juego desarrollado en España. Hoy os traemos el análisis de Debris Infinity, un pequeño arcade twin stick shooter de desarrollo nacional.

Bailando con-tornos

Es muy probable que lo primero que nos llame la atención de Debris Infinity sea su aspecto, y el cada vez más frenético baile de contornos y láseres de colores que nos desafía a mantenernos con vida mientras disparamos a todo lo que se mueve a nuestro alrededor en partidas cortas pero emocionantes, pildoritas de acción que sientan especialmente bien en viajes rápidos o en nuestra visita diaria al trono – no el Nuclear Throne, el otro trono. Chistes aparte, lo cierto es que la propuesta de Debris Infinity es justo esa, la de partidas rápidas sin mayor objetivo que conseguir la mayor puntuación en cada uno de sus tres modos de juego.

¿Cómo hacemos esto? Pues esquivando y disparando con ambos sticks, y con el uso de dos habilidades especiales: una bomba que destruye todos los enemigos que haya en pantalla en el momento en el que la usemos, y la habilidad de ralentizar el tiempo (tanto para nosotros como para los enemigos). Ambas habilidades se pueden recargar, aunque muy lentamente, por lo que saber cuándo utilizarlas es esencial para conseguir una buena puntuación.

Más allá de los controles, disponemos (como decíamos) de tres modos distintos, el modo Normal (literalmente se llama así), modo Power Wave y modo Time Attack. Es difícil encontrar algo más clásico que estos modos, sinceramente, pero no cabe duda de que la fórmula es efectiva: el modo normal nos propone aguantar tanto como podamos, consiguiendo combos tan largos como sea posible (esto es, sin recibir daño) y tan rápido como podamos; Power Wave nos recompensa la rapidez que tengamos para eliminar las oleadas además de la habilidad para sobrevivir; y Time Attack nos enfrenta a partidas de 3 minutos (salvo que nos eliminen antes).

No hay ninguna diferencia en el modo de control, aunque en teoría el juego adapta la dificultad en cada modo de juego a cómo estemos jugando. Personalmente no lo he notado, quizás porque no soy demasiado bueno, o porque siempre juego igual, pero sí es cierto que la intención del juego es siempre acabar con nosotros cuanto antes, comenzando con pocos enemigos y en posiciones fáciles de leer y esquivar, pero que muy pronto se complica de forma extraordinaria, apareciendo muy cerca y dejándonos poco margen de reacción si no estamos bien posicionados. Los tres minutos del modo Time Attack a veces se sienten eternos, y de verdad nos vemos en un aprieto bastante a menudo.

De luz y de color

Llama bastante la atención el aspecto minimalista del juego, mezclando las formas de los enemigos con contornos, líneas de diferentes colores que se combinan con explosiones y láseres, dando un resultado bastante curioso y desde luego llamativo. Diría que la inspiración de SVC Games para este juego es evidente, y que tiene su referente en la recreativa Asteroids (1979), tanto en el apartado visual como en el gameplay, comportándose bastante bien a nivel técnico: no hemos sufrido ni una ralentización a pesar de todos los efectos que puede haber en pantalla de forma simultánea.

A nivel de sonido, los temas electrónicos nos meten bastante en la dinámica frenética del juego y nos ayudan a concentrarnos, aunque los efectos de sonido son un poco más simples. El juego también nos anuncia lo que está ocurriendo en pantalla con algunas voces en inglés, que aunque claramente no están locutadas por alguien que habla inglés de forma nativa, resultan algo graciosas y sobre todo útiles para no tener que desviar nuestra atención de lo importante, que son las muchísimas cosas que ocurren a la vez en pantalla.

Finalmente, indicar que también contamos con modos de juego para dos jugadores, un modo cooperativo (ambos jugadores controlan la misma nave, uno el movimiento y otro los disparos) y otro modo competitivo.

Positivo

  • Aunque no solemos mencionarlo, la relación calidad/precio compensa y nos puede solucionar un par de tardes (o más si nos hace "click").
  • Control sencillo, aunque dominarlo para conseguir las puntuaciones más altas nos llevará un tiempo.

Negativo

  • A veces da la sensación de que la dificultad simplemente se eleva haciendo que te aparezcan los enemigos encima.
  • Aunque muy rejugable, el contenido es bastante escaso.

Resumen

Debris Infinity cumple lo que promete: acción rápida en forma de partidas cortas para los amantes del arcade y de conseguir las puntuaciones más altas en los leaderboards. El control está bastante refinado, el estilo visual y los efectos sonoros son resultones, pero al final lo único que vamos a poder hacer es eso: competir por tener más puntos que los demás en tres modos de juego, que se antojan algo escasos dado que son variaciones del mismo sistema.

6

Bueno