Los juegos de granjas son uno de los géneros a los que más nos hemos aficionado. Cada vez que se anuncia uno nuevo, lo seguimos de cerca. Este ha sido el caso de Farlands, un juego que intenta ofrecer una perspectiva única al situarse en el espacio.
Antes de sumergirnos en nuestras impresiones, es importante destacar que el juego aún se encuentra en una fase muy temprana de Early Access. Esto implica que tanto la trama, las mecánicas de juego y los eventos, aún no están completamente desarrollados. En la actualidad, se puede consultar la hoja de ruta en la tienda de Steam. Si logran cumplir con todo lo propuesto en este plan, el juego tiene el potencial de convertirse en un destacado representante de su género.
Mira que planeta me he comprado
Nuestra aventura comienza cuando vemos un anuncio que ofrece una granja en venta en otro planeta. La granja está bastante descuidada, por lo que nuestra tarea será «restaurarla». Mientras llevamos acabo este proceso, nos encontraremos con un amigable robot que nos servirá de guía y compañero en nuestro nuevo hogar planetario.
Los recursos que recolectamos en nos permitirán fabricar nuevos objetos y también funcionarán como combustible para nuestra nave. Y es que, una de las características únicas de Farlands, es la capacidad de viajar a otros planetas para descubrir nuevos materiales, criaturas y peces. Aunque ahora no lo hace mucho esto abre un mundo de posibilidades para el futuro.
Actualmente, solo tenemos acceso a 5 planetas (contando el nuestro), siendo Terbin y Bohr los que visitamos con más frecuencia. Terbin, que debería ser nuestra primera parada obligatoria, es donde se encuentra la civilización. Aquí es donde podemos mejorar nuestra nave, comprar semillas y conseguir las herramientas que nos faltan. Imaginamos que en un futuro también será el sitio donde podremos tener herramientas mejoradas y el que habrá que visitar cuando enfermemos.
También tendremos que visitarlo debido a eventos de historia como el que ocurre al poco de llegar. Tras este, y acudir al ayuntamiento, el alcalde de la ciudad nos solicita nuestra ayuda para poder preservar el planeta. Para llevar a cabo a esta misión necesitaremos tiempo, dinero y entregar ciertos objetos que tenemos en el juego al Arca. A medida que entregamos objetos, recibiremos recompensas, lo que añade un incentivo adicional para la exploración.
El otro planeta que frecuentaremos es Bohr que es el lugar donde se ubica la mina. Cada vez que nos adentramos tendremos que deshacernos de enemigos y picar en busca de las escaleras que nos lleven hacia un nivel inferior. Como es obvio cuanto más descendamos mejores materiales encontraremos. Cuando consigamos descender al nivel 10 de la mina, nos encontramos con un NPC que nos proporciona varios teletransportadores.
A cambio de ciertos recursos, estos teletransportadores nos permiten descender directamente hasta un nivel específico de la mina. Este añadido nos ha fascinado, ya que facilita la recolección de materiales para poder comprar algunas de las mejoras de nuestra nave.
Además de las características ya mencionadas, y como en cualquier juego del género, también tenemos que vigilar nuestra barra de cansancio. Si desfallecemos, no volveremos a aparecer con la barra completamente rellena. Si nos pilla cansados en otro planeta, podemos descansar en nuestra nave, aunque no será lo mismo que descansar en casa. Descansar en la nave solo nos dejará la barra de energía hasta la mitad. Esto añade un elemento de estrategia al juego, ya que debemos planificar nuestras actividades y viajes interplanetarios para asegurarnos de que siempre tengamos suficiente energía.
¿Qué tal la experiencia hasta ahora?
Debido a que hemos experimentado varios problemas con Farlands, que han llevado a la corrupción de nuestra partida, tenemos un poco de sentimientos enfrentados. La motivación de mejorar nuestra nave y la necesidad de recolectar diversos materiales nos han mantenido enganchados al juego. Sin embargo, descubrir que todo nuestro esfuerzo ha sido en vano debido a un error grave puede ser bastante desalentador.
El mayor error que tuvimos hacía que todas las ventas que realizábamos no se traducían en la suma correcta de dinero. Por lo tanto, el tiempo dedicado a la recolección de recursos o a combatir enemigos en las minas no sirvió para nada. Comprendemos que esto se debió a que estábamos jugando una versión muy temprana, incluso anterior al Early Access.
Decidimos darle una segunda oportunidad al juego una vez que se lanzó la versión oficial de Early Access. Es evidente que los desarrolladores están poniendo mucho esfuerzo en el juego, solucionando errores y, lo más importante, escuchando a sus jugadores. En esta ocasión, pudimos disfrutar de una experiencia de juego normal que nos ha dejado con ganas de más.
Si valoramos otros aspectos de la experiencia de usuario esperamos que dentro de poco puedan meter un modo ventana y un mejor control para los que quieren jugar con el mando. Hasta ahora jugar con él ha sido un poco incómodo ya que el juego parece estar diseñado, al menos por el momento, para ser jugado con teclado y ratón. Esto se ha notado especialmente en la pesca, donde tienes que lanzar la caña hasta un determinado punto del mapa.
¡Y hasta aquí podemos contar! Si os ha llamado la atención, y no os importa que esté en Early Access, podéis haceros ya con Farlands en Steam.