Esta misma semana nos llega Nobunaga’s Ambition Taishi, título desarrollado por Koei Tecmo y que celebra los 35 años de la saga. Este simulador histórico llega a PlayStation 4 y a PC a través de Steam.
Recreando la historia
Volvemos a la era Sengoku en Japón, donde todos los señores feudales luchan por la supremacía. Al empezar la campaña principal podemos elegir con que clan queremos jugar. Esto es uno de los puntos fuertes del juego ya que, dependiendo de a quién escojamos tendremos unos objetivos u otros, por ejemplo, el de Nobunaga es la unificación de Japón.
También podemos elegir diferentes opciones cuando seleccionemos la fase histórica, como por ejemplo la dificultad o si la esperanza de vida de los oficiales es la misma que la histórica o no. Debido al género, y que se puede hacer pesado fácilmente, estas opciones alargan un poco la vida del título y ofrecen unos retos dependiendo de lo que busque el jugador.
El camino correcto hacia nuestro objetivo
Nuestro objetivo es ganar el control sobre las bases del mapa, y para capturar estas bases necesitamos, o bien usar la fuerza bruta, o a través de la diplomacia. Podemos decir que en general, como todo juego de estrategia, necesitamos unos recursos para conseguir que esto sea posible. En este caso jugamos con oro y provisiones (entre otros).
No solo nos viene bien para nuestro propio desarrollo, sino que las necesitaremos para poder pactar con los demás territorios, como por ejemplo tratar de pactar la guerra o ayudar a nuestro aliado en un conflicto. Las zonas de comercio se sitúan entre las diferentes provincias y debemos tener el control de ellas para ganar el oro suficiente para pagar a nuestra infantería cada mes. Las acciones debemos seleccionarlas “antes” de activar el turno, una vez activado, veremos desarrollar los movimientos y acontecimientos correspondientes a nuestras acciones anteriores.
Al igual que las zonas de intercambio/comercio, también tenemos que desarrollar las tierras para aumentar nuestras provisiones. Cuando nuestro ejército esta fuera invadiendo o haciendo cosas de ejércitos, consumen provisiones cada vez, por lo que necesitamos tener provisiones antes de hacer algún movimiento arriesgado que dependa de estas. A diferencia del comercio, que cada “turno” podemos realizar acciones, en las tierras solo podemos cada tres meses.
Este sistema, que se puede contar por encima rápidamente, tiene bastantes engranajes detrás y necesitas echarle horas para ir entendiendo el sistema y poder aprovecharlo a nuestro favor, las primeras horas estaremos dando palos de ciego. Y si vienes del anterior juego de la saga, Nobunaga’s Ambition: Sphere of Influence Ascension, notarás una caída en el sistema de juego, haciéndose un poco más pesado, o al menos, sin tantas facilidades al jugador novato a primera vista.
En este análisis comentamos por encima el funcionamiento del juego, pero no se comentan muchos aspectos más concretos que también son parte de la estrategia del título. Estudiar cada posibilidad es una locura, y puede que esta parte sea la que eche para atrás a algunos jugadores. Por lo que repito, no es un juego para todos los públicos, se necesita echarle tiempo y paciencia para aprender a jugar debidamente.
Diplomáticos ante todo
Como ya se ha comentado, también podemos sacar provecho de las relaciones con los otros clanes, por ejemplo, proponiendo una alianza con una boda entre algunos de nuestros oficiales y los suyos. Tener aliados en este juego es muy importante y hará que nos beneficie en alguna trifulca con algún otro clan. Aunque, como es normal, cuando nuestros aliados estén en peligro deberemos (digo yo, es lo suyo) apoyar con recursos o infantería.
Queda feo decirlo pero, una manera de expandir tu territorio es, mientras un clan está enfrentado con otro, y, dado que se defenderá con todo lo que tenga, aprovecharse e ir a una provincia desprotegida y conquistar su castillo. Mientras consigamos no empañar nuestra imagen frente a los demás, al juego plin. Para crear esta imagen buena frente a los demás podemos usar el comando Buena Voluntad para enviar a un oficial (el más educado/carismático/con don de gentes que tengamos) para tratar con de forjar una fuerte alianza, o simplemente que nos acepte para hacer comercios en sus territorios.
Mejorando nuestro clan
Al acabar cada mes recibiremos un comunicado que contiene las cuentas de ese mes en nuestras tierras, para saber si hemos gastado más dinero del que hemos ganado o no, y en qué aspectos. Y cada tres meses nos reuniremos con el consejo que nos aportarán unos puntos de políticas para mejorar en nuestro árbol de mejoras como se ve en la imagen.
En este árbol, en el cual se van desbloqueando las habilidades conforme avances y ocurran determinados eventos (tendremos que gastar los puntos de política para adquirir estas mejoras), tenemos mejoras del tipo: baja el consumo de provisiones cuando estemos de marcha (con el ejército) o mejorar la agricultura y disminuir los daños cuando haya catástrofes en nuestras tierras.
Como es obvio, en la guerra se necesitan guerreros. Por ello, podemos ir reclutando nuevos soldados. Existen de dos tipos de soldados: la milicia y la infantería. La milicia son granjeros armados, por lo que cuantos más asignemos menos granjeros y provisiones generaremos. Es cuestión del estilo de juego que tenga el jugador que tiremos hacia un tipo de soldado o hacia otro (o los dos). Con el árbol de mejoras podemos también echar una mano en disminuir los lados negativos de la milicia, por ejemplo.
Las batallas se desarrollan en campos amplios donde previamente podemos seleccionar una formación. Por ejemplo, la Full Charge permite que nuestros soldados luchen más ferozmente pero en contra hace que no podamos seleccionar las tropas para dirigirlas durante ciertos turnos. Al igual que con otros aspectos del juego, de primeras no nos enteraremos de nada de lo que ocurre, y solo con la practica nos daremos cuentas de las mejoras del árbol que tienen que ver con la batalla y cómo aprovechar nuestras tropas de la mejor manera. De esta forma en una partida posterior nuestra, con el conocimiento ya adquirido, podemos enfocar una estrategia más eficaz desde el principio, pero como todo, tendremos que liarla en ocasiones para aprender de nuestros errores como estrategas.
Elegancia pictórica
El arte del juego es exquisito, los retratos de los personajes tienen un acabado pictórico muy atractivo y altamente gratificante de ver, a su vez, el diseño gráfico de la interfaz logra comunicar bien cada acción de una manera muy sencilla y elegante.
Mientras estamos viendo el mapa de Japón durante nuestras conquistas tendremos la música de fondo, que, sin sobresalir especialmente, hace que nuestras batallas sean algo más épicas. El doblaje del juego está disponible tanto en inglés como en japonés, por lo que es un punto positivo para mantener la buena ambientación que posee el título.
