Actualmente podemos disfrutar de variedad de videojuegos y mecánicas gracias al auge del desarrollo indie y las nuevas ideas frescas de estos nuevos desarrolladores, pero hace un par de décadas podíamos decir que, si querías probar algo “diferente” podías probar suerte con el mercado japonés de videojuegos, te podías encontrar cualquier cosa que se te ocurriera. Nippon Ichi Software es una de estas empresas que han estado experimentando desde sus orígenes con mecánicas algo diferentes y propuestas con un humor digamos, especial, no te deja indiferente. Aunque por ello tiene dividido al público ya que su línea de nuevos desarrollos suele seguir una línea similar.
Como se puede comprobar por el título, ya ha habido dos entregas anteriores de estos recopilatorios. En algunas ocasiones son juegos que llegan por primera vez a nuestro territorio por lo que ya tenemos un punto positivo en su lanzamiento. En esta ocasión Prinny Presents NIS Classics Volume 3 se compone de La Pucelle: Ragnarok y Rhapsody: A Musical Adventure. Es necesario mencionar que ambos títulos se encuentran con textos en inglés, por lo que necesitaremos tener conocimientos del idioma para seguir el hilo y el humor de ambos títulos.
La Pucelle: Ragnarok
Más conocido como La Pucelle: Tactics, es un RPG táctico que se lanzó originalmente en PlayStation 2 y posteriormente en PlayStation Portable, cuyo port es el que nos ha llegado, con todo el contenido adicional, por lo que se convierte en la mejor versión para poder jugar.
Empezamos la aventura con el control de Prier y Culotte, los miembros más recientes de La Pucelle, un grupo de cazadores de demonios que sirven a la iglesia conocida como ‘Church of the Holy Maiden’. Como es habitual en la propuesta de fantasía, se trata de una lucha del bien contra el mal, y nuestra heroína, Prier, espera poder ser la representante de la luz.
Seguiremos las historias no solo de Prier y Culotte, si no de numerosos personajes más, siendo carismáticos de una u otra forma. El juego estará dividido por capítulos y tendrán varios finales dependiendo de nuestro rendimiento y descubrimientos. Por lo que a pesar de que es un juego lineal, nuestras acciones harán que lleguemos a ver unas escenas u otras diferentes, dotándolo de algo de rejugabilidad.
Una de las principales características que llegó a sorprender en su día es la posibilidad de tener en el equipo a monstruos que han sido purificados por nosotros mismos. Simplemente debemos ponernos a su lado e ir purificándolo para aumentar la posibilidad de que, una vez los derrotemos, se acaben uniendo a nuestro equipo, pudiendo inmediatamente invocarlos a nuestro lado. O incluso entrenarlos fuera de batalla para que se enfrenten a otros demonios.
Y bueno, no se queda en un simple RPG táctico, ya que al combate se le da una vuelta de tuerca y nos lo ponen más complejo. En cada nivel veremos en el suelo una serie de colores que indican la energía fluyendo. Si purificamos la fuente de la energía haremos que reciban daño o curemos (entre otros efectos) a los personajes/enemigos que se encuentren en dichas líneas. Por ello, nos conviene estar atento a la posición de todas las unidades en las fases. Pero además, podemos aumentar y torcer dichas líneas con nuestros personajes, modificando la trayectoria para tener ventaja, y si dejamos muchos turnos sin purificar dichos núcleos, empezarán a invocar más enemigos. Es una mecánica que debemos tener en cuenta en ocasiones si queremos acabar más rápido el combate, aunque puede que no convenza a muchos jugadores que prefieran unas reglas más tradicionales del género.
Rhapsody: A Musical Adventure
Esta RPG táctico lanzado originalmente en PlayStation tendrá un enfoque más infantil, teniendo unas mecánicas más simplificadas que otros títulos más conocidos de la compañía. Nos pondremos en el control de Cornet, una chica que puede hablar con marionetas y tendremos a nuestro lado a Kururu, una marioneta/hada con la que siempre podremos contar.
A pesar de tener un comienzo algo lento, ya que no tenemos un objetivo principal hasta pasadas las primeras horas, nos servirán para familiarizarnos con las mecánicas y con el estilo de avance del juego, que a veces puede ser algo confuso si nos perdemos algún detalle o conversación. Aunque se trata de un juego con una duración para nada elevada teniendo en cuenta el género que es.
Como se ven en las imágenes, a pesar de ser un RPG táctico, los escenarios son bastante pequeños y simplificados, no costará iniciar el encuentro con cualquier enemigo. Nuestra protagonista además de pegar y usar objetos podrá utilizar su trompeta para mejorar las estadísticas de las marionetas que tengamos en nuestro equipo. No existe prácticamente dificultad alguna en este juego, los combates son meros eventos entre las escenas de la historia, por lo que para jugadores que no le apetezcan quebrarse demasiado la cabeza con la personalización o el posicionamiento en esta clase de juego es perfecto.
Las diferentes marionetas se nos irán uniendo conforme avancemos en la aventura, y podrán ser más o menos útiles en combate (algunas poseen habilidades mágicas, y otras atacan a distancia). Es una pena que, dada la dificultad del juego, no se profundice demasiado en la toma de decisiones en los miembros del equipo tanto como debería.
Una nueva oportunidad
Es genial poder jugar a estos títulos que no llegaron a nuestro territorio por primera vez, y hay que agradecer la apuesta de lanzarlos de nuevo a pesar de estar en inglés (no nos ha llegado traducido ningún juego de la compañía, por lo que no nos sorprende esta decisión). Con el contenido adicional y la oportunidad de jugar en portátil (hemos jugado a la versión de Nintendo Switch), son pequeños añadidos que hacen que podamos disfrutar mejor de estas “primeras” entregas de Nippon Ichi Software. Pudiendo verse cómo les dieron forma a sus proyectos hasta desarrollar una de sus sagas insignias, Disgaea.