Es la primera vez que tenemos la oportunidad de traer a la web Project Zero o Fatal Frame, una de las sagas de terror más diferentes, a las que estamos ya acostumbrados. No se trata de un juego de muertos vivientes ni de señores con una pirámide en la cabeza sino de fantasmas atormentados a los que tenemos que sacarles fotografías. Así es como se nos presentó el primer juego de la serie Project Zero que hizo su aparición el 13 de diciembre de 2001 en PlayStation 2.
Rompía un poco los estándares de los juegos de terror y es que en vez de huir del miedo teníamos que hacerle frente y además con una cámara de fotos. Tras la buena acogida fue como fueron llegan las siguientes entregas de la saga hasta llegar a un total de cinco siendo esta última la que os vamos a hablar hoy. Además, la saga también recibió dos spin-offs, uno para dispositivos móviles y otro para Nintendo 3DS.
Project Zero: Maiden of Black Water fue un título exclusivo para Wii U que salió en 2014 y cuyo lanzamiento llegó con problemas. Si querías hacerte con una copia física no había muchas copias disponibles y haciendo que los especuladores vendieran las suyas por bastante dinero. Por suerte Koei Tecmo ha querido volver a rescatar la saga trayéndolo a las consolas actuales, así como a PC a través de Steam. Aunque aquí en Europa no nos ha llegado ninguna versión física y mucho menos nos ha llegado traducido al español.
El agua es buena me decían
Nuestra historia tiene lugar en el monte Hikami a través de los ojos de nuestros tres protagonistas Yuri Kozukata, Ren Hojo y Miu Hinasaki. Se dice que es un lugar sagrado donde han surgido varias creencias sobre todo referentes al agua. Se cree que el agua de ese lugar alberga espíritus, pues existe una antigua creencia que dice, que los humanos nacen del agua y que regresan a ella al final del ciclo de su vida.
Es por ello que las personas que buscan la muerte acuden a esta montaña y viven sus últimos momentos al entrar en contacto con el agua del monte Hikami. Creen que es un lugar sagrado al que deben acudir para acabar correctamente con sus vidas. Así es como a lo largo del tiempo se han llevado acabo varios rituales en este lugar y también han tenido lugar sucesos extraños.
Tendremos que descubrir a lo largo de los diferentes capítulos como se entrelazan las historias de nuestros tres protagonistas. Cada vez que nos toca visitar con ellos el monte nos servirá para conocerlos un poco mejor pero también para dejarnos con más intriga. Pues no siempre veremos los sucesos en orden y que a veces veremos eventos del pasado y otros que ocurren en el presente. Nos tocará descubrir quien o quienes han desaparecido y descubrir los misterios de este lugar, pero, ¿llegarán todos vivos?
Al llegar de nuevo solo en inglés se vuelve imprescindible que tengáis dominio del idioma para poder avanzar. Aunque no es el único modo de avanzar ya que al ser un juego ya conocido hay cientos de guías. Además, gracias a vuestro teléfono también podéis hacer uso de la traducción instantánea del traductor de Google. Puede no ser muy fiable, pero es un buen método, o la forma más cercana, de disfrutar de este juego en nuestro idioma hasta que Koei Tecmo escuche a los fans de nuestro país.
Si es vuestra primera partida el juego os puede durar perfectamente unas 20 horas jugando con tranquilidad. En nuestro caso ha habido más de una ocasión en la que nos hemos quedado atascados e incluso hemos repetido algún nivel para conseguir puntos para conseguir mejoras para nuestra cámara o comprar objetos. Si ya queréis conseguirlo todo es bastante probable que tengáis que sumarle unas cuantas horas más. Una vez superemos los catorce capítulos de los que se compone el juego podemos desbloquear el modo extra que se añadió en Wii U que nos permite jugar con Ayane, una de las luchadoras más características de Dead or Alive. Para los que no hayáis jugado nunca no os develaremos que es lo que hace para que podáis disfrutarlo.
Recorrido turístico fantasmal
Project Zero: Maiden of Black Water es un juego de terror en tercera persona, aunque también vamos a combinar la primera persona haciendo uso de una cámara un tanto peculiar. Los controles pueden llegar a abrumar al inicio o incluso que os parezcan algo toscos, pero es cuestión de acostumbrarse. Es por eso que los primeros capítulos del juego son para eso, una primera toma de contacto con los protagonistas, y mostrarnos qué es lo que pueden hacer (huir, encontrar cosas y hacer fotos).
Mientras estemos en el que podríamos llamar “modo exploración” nos va a tocar explorar parajes bastante oscuros a los que no iríamos en la vida normal por nada del mundo. Mirando el mapa podéis ver si os falta algo por explorar por lo que os recomendamos que juguéis con tranquilidad y os dediquéis a explorar. Podéis llegar a caminos alternativos con objetos que os pueden resultar bastante útiles en la lucha contra los espíritus o incluso para poder evitarlos.
A diferencia de otras entregas en Project Zero: Maiden of Black Water podríamos decir que es bastante más fácil avanzar. No solo por el uso del mapa, que nos indica hacia donde tenemos que ir, sino también porque podemos pulsar un botón y seguir un rastro espiritual. Si lo usáis, y lo seguís, vais a ir directamente al objetivo principal. Esto le puede quitar algo de gracia al juego, pero como es un botón opcional queda al gusto de cada jugador. Personalmente nos ha sido de bastante ayuda para orientarnos en alguna ocasión.
Durante nuestra exploración nos vamos a topar con puzles en los que vamos a tener que usar nuestra cámara. Prácticamente no somos nadie sin ella y es que nos va a ayudar a poder continuar e incluso a encontrar objetos ocultos. Encontrarlos supone una gran satisfacción y para conseguirlo solo basta con apuntar y estar en el ángulo correcto para traer del plano espiritual al actual dicho objeto. El problema es hacer todo esto mientras nos acosan los fantasmas para que le hagamos una sesión fotográfica.
Revelación: el agua moja y eso es malo
El elemento recurrente o principal en Project Zero: Maiden of Black Water es el agua. Nuestro personaje cuenta con un medidor de humedad y si este es alto significa que nos va a ser complicado avanzar. Estar secos es complicado, aunque haya objetos para remediarlo, y es que simplemente con pisar el agua o que nos lleva va a subir. Cuanto más vaya subiendo este medidor peor para nosotros y es que van apareciendo más fantasmas y si nos pegan nos quitarán más vida. Aunque no es del todo malo y es que nosotros también le vamos a hacer más daño al sacarles fotografías.
El juego original para Wii U introducía como novedad el uso del mando como si fuera una cámara y en cierta manera aquí también lo han hecho. Haciendo uso del giroscopio del mando podemos hacerles fotos a los fantasmas, aunque no os lo recomendamos. Se hace bastante incómodo sobre todo porque puede que no os de tiempo a moveros bien ya que hay algunos momentos bastante tensos o de precisión. Por suerte, esta opción se puede cambiar en cualquier momento desde el menú y usar un control más tradicional.
Para derrotar a los fantasmas habrá que hacerles fotografías, pero hay que saber cuándo hacerlas y encontrar sus puntos débiles. Además, no todos los fantasmas tienen los mismos patrones, así que tened cuidado y no os confiéis. Hay que fijarse bien en los puntos que nos marca la cámara o las bolas de luz que los rodean. Si conseguimos captar varios puntos o incluso varios fantasmas a la vez conseguiremos hacerles un daño mayor. Hay que hacerse amigo de la cámara, y ver cual es la mejor posición o ángulo para así poder aprovechar el disparo.
Con la práctica acabaréis viendo qué lente es la mejor para usar y también cual es el carrete de fotos adecuado. Pero, como buen juego de supervivencia, los carretes tienen un uso limitado y es por ello que os indicábamos que es conveniente explorar. Por defecto tenemos un carrete básico por si somos unos locos del gatillo fácil, pero si solo usáis ese puede que lo paséis un poco mal en algunos combates, sobre todo cuando hay bastantes fantasmas a nuestro alrededor.
Cuanto mejor lo hagáis en un capítulo más puntos conseguiremos, estos nos permiten también potenciar las habilidades de la cámara, como hacer más daño o poder sacarles fotos con mayor facilidad a los enemigos que estén más lejos. Esto hace que el juego sea bastante rejugable e incluso que podamos ponernos a jugar al juego poniendo nuestras propias limitaciones como no usar objetos o no mejorar la cámara nunca. Por lo general los juegos de este tipo no incitan a la rejugabilidad pero este si y en parte es por estar dividido en capítulos.
Mejorando la versión de Wii U
Han pasado diez años desde que Project Zero: Maiden of Black Water vio la luz en Wii U y desde entonces la tecnología ha cambiado mucho. Para esta versión se ha mejorado la resolución de pantalla y se han adaptado los controles a las consolas actuales. Aunque, si lo comparamos con la versión original, puede que no notéis muchos cambios más allá de que los tiempos de carga son mucho mejor. Entre las novedades también tenemos el modo foto que seguro que os va a gustar y es bastante completo. Nos permite hacer bastante ajustes como modificar la lente la apertura e incluso que se aparezcan o no los enemigos.
Lo mejor que tiene esta entrega es la ambientación y el cómo consiguen hacernos pasar miedo. Esto es algo que saben hacer bastante bien los japoneses y lo han sabido traslada a toda la saga Project Zero. Aun recordamos el miedo que pasábamos en aquellas tardes/noches con nuestra PlayStation 2 así que os podéis hacer a la idea con lo que llegan a conseguir actualmente. A esto tenemos que sumarle el gran trabajo que han hecho con sonido que si habéis jugado con auriculares os va a poner la piel de gallina. Respecto al doblaje solo está en japonés pero dada su ambientación y su localización no vais a echar en falta que esté en otro idioma.