Enfrentarnos a Spirit of the North ha sido una tarea un poco difícil debido a las trabas que nos ha puesto el juego mientras lo jugábamos. Originalmente el juego fue publicado en noviembre de 2019 para Steam y PlayStation 4, y no ha sido hasta este año que ha salido para Nintendo Switch. Este título ha sido desarrollado por Infuse Studio, un pequeño estudio, que después de dedicarse a fabricar assets para Unreal Engine 4 decidieron crear la aventura de este pequeño zorro.
Despertando al espíritu del norte
Nuestro protagonista es un zorro rojo, que, tras despertar al espíritu del Norte, se embarcará en una aventura a través de escenarios inspirados en los paisajes de Islandia. Estos escenarios son bastantes variados, como cuevas glaciales, praderas, montañas…
Dado que en Spirit of North no hay diálogos tendremos que guiarnos, a través de los diferentes capítulos, solo usando lo visual. Esto es algo que nos suele gustar bastante, ya que hace que podamos apreciar más los detalles que los desarrolladores han creado. Poder perdernos por este mundo semiabierto, disfrutar de la música y avanzar tranquilamente.
Hasta ahí la premisa es buena pero, cuando nos encontramos con un diseño de niveles bastante pobre, una iluminación que hace que no podamos avanzar (por no ver dónde estamos) e innumerables fallos que te hacen repetir el nivel y que sientas que has perdido el tiempo. Todo esto hace que no disfrutes nada la experiencia.
Quizás hemos tenido muy mala suerte, pero todos los fallos que podían ocurrir en el juego, los hemos sufrido. Se nos ha cerrado el juego sin darnos explicación, bajada de frames, texturas que tardan en cargar, el zorro se ha quedado atrapado dentro de una roca, cuando ha subido el nivel del agua el zorro se ha quedado por debajo… Podría seguir diciendo errores que nos han ocurrido y que han hecho querer desinstalarlo y no volver a abrirlo (hasta dudaba que se pudiera acabar). Es entendible, que al ser el primer juego de la compañía, no cuenten con la experiencia suficiente y haya fallos. Según comentaban sus desarrolladores, han tenido problemas con el desarrollo de esta versión, pero haberlo publicado así es tirarse piedras sobre su propio tejado.
Sigue la luz
Aunque a primera vista parece un walking simulator (y lo es también) vamos a encontrar momentos de plataformeo. Estos han sido los más tediosos, a veces debido a la iluminación. En el modo portátil de la consola no se conseguía ver nada, incluso subiendo el brillo de la consola al máximo, y en la televisión había que subir el brillo de la misma para poder ver algo. Si el objetivo de los desarrolladores era causar frustración en esas partes desde luego está conseguido.
Si a esto lo sumamos que a veces el control es un poco tosco hará que, la veces que tenemos que saltar entre rocas, no acertemos al hacerlo o incluso que nuestro protagonista parezca una cabra escalando montañas. Y, como no podemos morir, la única forma que hemos tenido de sacarlo de allí ha sido saliendo del juego.
Para hacer el sistema más entretenido, conforme avanza la historia, el pequeño zorro rojo conseguirá nuevas habilidades. Estas nos permiten alcanzar zonas antes impensables. Por ejemplo, podemos iluminar piedras que nos permiten cambiar el flujo de agua, hacer un dash e incluso el que más nos ha gustado, poder ponerlos en la piel del espíritu para atravesar lugares o subir por ríos.
Gracias también a estas habilidades podemos resolver los puzles que deparan los entornos, así como poder conocer un poco más la historia del juego (siempre todo interpretando imágenes). Los puzles por lo general no son complicados, aunque a veces se resuelvan a base de ensayo y error.
Para alargar también la duración de este título tenemos una serie de «misiones secundarias» o «coleccionables». Se trata de unos báculos que vamos encontrando y que debemos llevar hasta los cadáveres correspondientes. Al hacerlo veremos como se libera el espíritu y nos da las gracias. Muchos de estos espíritus que debemos liberar son opcionales, pero en los últimos compases del juego debemos salvar a algunos de forma obligatoria para poder avanzar. Esto último es algo que no nos ha terminado de convencer, ya que algo que parecía opcional desde sus inicios, se vuelve importante de repente.
Carencias por doquier
Es una pena que tras un tráiler tan prometedor y una buena idea acabemos en un resultado tan decepcionante. Si no hubiera sido por todos los errores encontrados habría sido un juego decente. Esperemos que el estudio haya aprendiendo de sus errores, y que la opinión del público sirva para hacer juegos mejores, ya que el potencial ya lo tienen.
Lo que más he disfrutado de este título ha sido su banda sonora, que a pesar de no poseer mucha variedad, los temas son bastante relajantes. Es más, os recomiendo que la escuchéis si tenéis la oportunidad ya que en ocasiones llegaba a ser emotiva al adecuarse con la escena que se estaba viendo. Algo que me ha parecido un poco extraño ha sido el sonido que emitía el zorro, no es que hayamos escuchado muchos, pero recordaba más a un perro.