En estos meses de principio de año estamos recibiendo una gran cantidad de títulos interesantes. Esto hace que los jugadores tengamos que ser bastante selectivos tanto por cuestiones monetarias como por tiempo. Es así como The Crown of Wu se hace un huequito para destacar entre los lanzamientos que llegan tanto a PlayStation 4, PlayStation 5 como a Steam.
Recuperando la corona
The Crown of Wu, que está disponible desde el 24 de marzo, es un juego de aventuras, acción y puzles desarrollado por el estudio indie Red Mountain. En él encarnaremos el papel de Sun Wukong, el Rey Mono del cuento tradicional chino. Que seguramente os sonará ya que ha tenido muchas adaptaciones o ha sido usado de inspiración tanto a nivel audiovisual como en videojuegos.
Tras haber sido encarcelado durante un largo tiempo, debido a sus malas acciones, ahora se ve en la obligación de escapar de la prisión en la que se encuentra. Su gran corona ha sido robada y alguien la está usando para poner en peligro la Gran Ciudad. Es así como empieza nuestro periplo a través de un mundo en decadencia, plagado de enemigos y trampas mortales.
Para llegar a saber todo esto tendremos que jugar ya que empezaremos sin saber quién somos y dónde estamos. Para despejar estas incógnitas tenemos que progresar en nuestra aventura mientras exploramos al rincón más escondido de los escenarios. Es así como daremos con unas piedras que el juego nos indica que se llaman monolitos. Cada vez que encontremos uno veremos unas imágenes en 2D acompañadas de unos breves textos explicativos. Y sinceramente es lo que más nos ha gustado del juego.
Pero no es la única forma de saber información y es que si queremos ampliar tanto el lore del universo como sobre nuestros personajes tendremos que enfrentemos a enemigos o encontrar objetos ocultos. Una vez hayamos hecho esto podemos ir a las correspondientes pestañas del menú para ver información. Esto no es novedad y es que mecánica se asemeja a lo ya visto en otros títulos.
Es cierto que no se nos presenta una historia innovadora, pero si lo suficiente para que nos tenga intrigados en saber más. El problema es que su jugabilidad, o sus mecánicas, hacen que todo esto no sea suficiente aliciente para seguir jugando.
Buenas ideas, pero no tan bien ejecutadas
Que un juego se lance con errores parece que es algo normal a día de hoy y en la mayoría de los casos, por suerte, se puede solucionar con una actualización. En The Crown of Wu hemos detectado tanto errores sin importancia, como texto que no ocupa el ancho total de una caja, o como errores que nos han sacado de quicio. Se nos ha llegado a dar el caso de una caja que había que colocar para poder pasar a través de unos rayos y perdía el foco de la colisión, obligándonos a reubicarla hasta que la detectara de nuevo.
Si a esto se une que el control de Wu se siente extraño hará que no tengamos una buena experiencia de juego. Realizar acciones básicas como saltar puede suponer toda una odisea. En muchas ocasiones nos ha resultado difícil calcular desde dónde tenemos que saltar para que nuestro personaje no muera. O dejarnos con rabia al pensar que podrían haber implementado una mecánica que fuera agarrarse al filo de las plataformas ya fuera con las manos o con la cola.
En The Crown of Wu no tenemos mapa alguno que nos guie ni pistas obvias en los escenarios que nos indiquen como continuar. Esto no sería algo malo si no fuera porque durante la exploración tampoco quedaba muy claro con qué podíamos o no interactuar. Por ejemplo, aunque veamos una cuerda o una cadena por la que podría subir nuestro protagonista, no lo va a hacer.
En la mayoría de los casos si queremos avanzar tendremos que enfrentarnos a los saltos a través de plataformas. Lo que nos puede llevar a mucho ensayo, error y las interminables pantallas de carga. Esto a su vez nos ha llevado en alguna ocasión a la desorientación y sentir que estamos perdidos o no estamos yendo por el camino correcto.
Sin feedback a la hora de golpear
The Crown of Wu es un juego de acción así que el peso de la jugabilidad también recae en su sistema de combate. Nuestro protagonista puede realizar ataques simples, bloquear, esquivar o usar poderes gracias a unos artefactos mágicos que iremos encontrando. Tenemos un total de cuatro correspondiente a los 4 elementos: viento, el fuego, la tierra y la electricidad. Estos pueden llegar a ser de utilidad contra los enemigos, pero también sirven para resolver algunos puzles.
El problema está en que los combates nos han parecido poco satisfactorios. Los enemigos tienen demasiada vida y cada vez que asestábamos un golpe no teníamos la sensación de estar haciéndoles daño. A eso se le une que cuando Wu recibe un golpe el tiempo de recuperación es bastante lento. Eso nos deja una sensación de desesperación ya que no podemos hacer nada por esquivar y muchas veces solo nos queda aceptar que vamos a morir.
Esto ha hecho que siempre que un combate ha sido algo “optativo” es decir, que no era necesario para avanzar, lo hayamos ignorado. El problema estaba en aquellos obligatorios como ha sido el caso de los jefes del juego. Se podría decir que la IA nos ha dado la sensación de combates injustos y que tampoco notábamos ninguna progresión de mejora en los combates. Y en cambio lo que estábamos buscando es algún error de cual aprovecharnos para derrotarlos.
Además, tener que reintentar los combates contra los jefes, se llega a hacer tedioso. Ya no solo el hecho de esperar a la pantalla de carga sino también por algo tan tonto como no poder saltar la cinemática o texto explicativo que viene antes del combate.
Para adecuar al juego a todos los públicos posible el equipo de Red Mountain nos deja elegir al inicio del todo la dificultad en la que queremos disfrutar el juego. Dada nuestra experiencia os recomendaría ponerlo en la dificultad más baja para poder disfrutar de lo que sí funciona en el juego que es la resolución de puzles.
Diseño 3D que se queda a medias
Nos da rabia que haya buenas intenciones en The Crown of Wu y no haber podido disfrutar de él. Si seguimos explorando el juego a nivel de rendimiento, en PlayStation 5 que es dónde los hemos jugado, se comporta de forma estable siempre que hayamos elegido la opción modo rendimiento y no el modo resolución.
También vemos un poco de descompensación respecto al diseño. Si nos fijamos en los escenarios veremos que hay bastante variedad y que tienen muy buena iluminación. En cambio, si vemos al protagonista o a los enemigos veremos un modelado un poco más pobre. Y no hay más que ver el primer plano que tenemos de Wu al poco de iniciar el juego.
Respecto a su apartado sonoro no tenemos mucho que comentar. Según indicaban en una de las entrevistas que le han hecho al estudio querían dar prioridad a lo que sucede en pantalla. Esto hace que encontremos melodías cortitas para los escenarios, y en los jefes sí que tenemos canciones diferentes con mucha más acción. El problema es que al igual que el juego, tampoco llega a destacar.