La semana que viene llega a las tiendas lo «nuevo» de Nihon Falcom. Decimos “nuevo” porque en Japón se lanzó en septiembre de 2017. Eso sí, estamos agradecidos a NIS America de que haya traído el juego a Occidente. Se trata del RPG The Legend of Heroes: Trails of Cold Steel III, disponible solo en PlayStation 4 (de momento). Es el octavo juego de la saga Trails, aunque todavía no ha salido de manera oficial en Occidente ni la 4ª entrega ni la 5ª. Nos ha llegado en inglés, algo tristemente de esperar, por lo que se necesita bastante nivel para pillar todas las conversaciones.
Madre mía la historia
No quiero comentar mucho de la historia, más allá de lo que la misma compañía ha dicho. Obviamente, para aquellos que no han jugado a los títulos anteriores, es más que recomendable jugarlos previamente. Seguimos con la historia desde el punto de vista de Rean, el que fue estudiante de la clase VII y héroe de la nación, ahora es instructor, pero esta vez de una nueva clase VII, en un nuevo campus en la parte oeste del imperio. En este campus «secundario» están los alumnos extranjeros, los problemáticos y los nobles con problemas políticos. Aparecerán nuevos personajes que brindarán otro punto de vista de ciertos acontecimientos, y también aparecerán algunos veteranos, poco más que decir salvo que doy por seguro que os gustará cada aparición de personaje por sorpresa.
El desarrollo de los estudiantes de la nueva clase de Operaciones Especiales es muy interesante. Esta vez, al ser menor la cantidad de personajes principales nuevos, han podido centrarse más y ahondar profundamente en ciertos aspectos para que les cojamos cariño rápidamente. Aunque como es normal, todavía quedaran oscuros secretos por revelar…
Esta entrega sirve como respuesta para muchas incógnitas que nos dejaron en los anteriores títulos. Si es verdad que nos dejan otros puntos abiertos, nos dejaran con la boca abierta durante cada capítulo en la forma que tienen para producir giros o simplemente abrir aún más los argumentos. Pero igualmente, podemos desde el menú principal ver un resumen de los principales sucesos acontecidos en la primera y segunda entrega de Trails of Cold Steel.
Partiendo la pana
Este título va dando pasito a pasito en cuanto a jugabilidad y mecánicas se refiere, pero parte básicamente de lo que ya teníamos en entregas anteriores, por lo que no ahondo demasiado en lo ya conocido, podéis leer los anteriores análisis aquí y aquí. Partiendo de lo que teníamos en cuanto a combate en los juegos anteriores, disponemos ahora de las ‘Brave Orders’ para aumentar ciertos parámetros, aplicarnos efectos o curarnos a cambio de los ‘Brave Points’ los cuales también se usan para hacer ataques conjuntos tras hacer un crítico en combate. Por lo que ahora también debemos saber cómo equilibrar nuestro consumo de ‘Brave Points’.
También han introducido un nuevo sistema de «rotura» de la defensa del enemigo. El llamado ‘Break System’ hace que el enemigo quede noqueado tras hacerle el suficiente daño y acabar con la barra nueva correspondiente. Un enemigo que entre en este estado recibe más daño de lo normal, suelta el objeto que tuviera, pierde sus estados positivos y cualquier ataque es crítico durante el ‘Break’. Esto cambia bastante el enfoque de las batallas, atendiendo ahora a buscar la mejor manera de romper al enemigo y equiparnos adecuadamente para este proceso.
Partiendo la pana otra vez, pero ahora con robots
Volvemos a tener enfrentamientos montados en robots, esta vez tenemos también la ayuda de los nuevos miembros de la clase VII. Necesitamos buscar el punto débil del enemigo para que no acabe bloqueando nuestro ataque o nos contraataque. También podemos hacer ataques conjuntos y ver incluso a qué personaje hará el próximo ataque el enemigo. Para mejorar a nuestros robots podemos equiparles unos orbes para mejorar ciertos parámetros, aunque no se le da mucha profundidad en el fondo.
Nuestro ARCUS II
Este año (en el juego) disfrutamos de la nueva versión del accesorio de batalla: Arcus II. Su principal novedad es poder equiparle una secundaria ‘Master Quartz’, aunque no nos da todos los beneficios que sí los da el tenerla equipada como principal. Requiere cierta investigación para hacer combinaciones letales que nos ayuden en dificultades más altas. El investigar qué perfil le conviene a cada personaje, o a ti como jugador resulta un estudio interesante.
Además de las ‘Master Quartz’ que nos dan aumento de parámetros, habilidades pasivas y Artes mágicas, podemos equiparnos como es habitual en la saga ‘Quartz’ «normales». Estos nos dan también mejoras de parámetros, así como la posibilidad de usar Artes en el combate. Estos pueden ser de siete elementos, cada uno con un tipo de perfil (el de agua suele tener habilidades de curar, el de tiempo de ser más rápido en tus acciones, etc). Además de las Artes, nos otorgan habilidades como poder ponerle al enemigo un estado alterado con nuestros ataques. De tal manera que las combinaciones que podemos formar para personalizar a nuestros personajes es bastante amplia, aunque si investigamos lo necesario, podemos «romper» este sistema acompañándolo con la equipación adecuada.
Aparte de salvar al mundo
La variedad de situaciones que tenemos en el juego sigue entreteniendo desde principio a fin. Las típicas misiones del comienzo del juego de hablar con ciertos personajes, a lo que se puede hacer pesado, pero no es más que una oportunidad que te da el juego para que descubras los maravillosos NPCs y personajes secundarios que posee esta historia.
La cocina y la pesca sigue formando parte de la rutina de nuestros protagonistas, salvo que esta vez el sistema de pesca ha cambiado. Ahora en vez de aporrear ciertos botones como en el título anterior, tenemos que mantener un botón en ciertos momentos para ir recogiendo el sedal con el pescado enganchado, de lo contrario habremos malgastado el cebo.
Y el gran bienvenido de esta entrega, el juego de cartas Vantage Masters, un juego de cartas coleccionables (las iremos obteniendo principalmente tras derrotar a nuestros oponentes) de moda en Erebonia. Nuestro mazo consta de 20 cartas y una carta líder, que es la que tenemos que proteger, ya que, al morir, perderíamos el duelo.
Estas cartas tienen efectos interesantes y tenemos diferentes opciones para construirla, dependiendo de nuestro estilo de juego. Independientemente de lo entretenido que sea, no es un minijuego del que podamos sacar mucho, poco a poco, conforme avance la historia, tenemos para jugar con ciertos personajes. No es un minijuego en el que podamos recrearnos más como en otros títulos.
Haciendo amigos
Las relaciones entre personajes son importantes, y no solo para ciertas escenas de la historia sino para el combate también. Si tenemos la amistad necesaria con cierto personaje, podemos protegerlo frente a ataques, que nos potencien si hacemos Artes o nos curen al dañarnos. Podemos cambiar nuestro personaje con el que estamos enlazados en combate durante los turnos, así podemos cambiar dependiendo de a quién nos enfrentemos o qué debilidad de tipo de arma tiene.
Mejorando poco a poco
Ya sabemos que Nihon Falcom no se caracteriza precisamente por calidad gráfica puntera, pero a los fans no nos importa. Preferimos que trabajen otros apartados como la historia o la jugabilidad. A pesar de todo, al ser este un título exclusivo de PlayStation 4 vemos un mejor trabajo en el modelado y en las texturas, cosa que se agradece. Esperemos que sigan llegando más lejos en próximas entregas. En ocasiones se ha producido algo de lag, no se si por la utilización del modo rápido, o de la cantidad de polígonos o animaciones en esos momentos (se ha jugado en una PlayStation 4 «normal»).
Los escenarios que visitamos en este título son bastante variados. La mayoría son sitios completamente nuevos, pero visitaremos otros de alguna entrega anterior y es muy agradable como han convertido al nuevo estilo esos lugares. Si bien, artísticamente cumple con creces, en la parte de interfaz es algo flojo. En el combate, la nueva distribución de las barras de los personajes se queda algo pequeña, y no se puede ver en un vistazo como en otras entregas. Cuando llevamos horas jugando ya nos acostumbraremos a esto, pero mientras tanto… toca acercarse a la televisión.
Antes de que me tiréis algo a la cabeza, hay cambios en la interfaz que creo que han ido para bien y con razón. Ya no disponemos del menú circular en combate, que se podía hacer algo pesado (nunca he sido muy fan de este tipo de menú). Ahora podemos acceder directamente a las diferentes acciones en combate pulsando el debido botón como se ve en la imagen. Esto nos ahorra unos minutos a la larga y viendo la extensión del juego, es algo que se agradece. Aunque al principio tardemos un poco en acostumbrarnos.
Respecto al sonido hay poco que valorar, al menos negativamente. La banda sonora, como siempre, casa a la perfección con la energía que caracteriza a estos juegos, dotándolo de un estilo que recuerda a un anime de acción. El doblaje en ingles también va por la misma línea de maestría. Conservamos las voces de anteriores personajes, y la de los nuevos están bien escogidas, incluso el poder escuchar por primera vez a algunos personajes es algo que alegrará a los fans más veteranos.