Mayo ha sido un mes de lanzamientos de lo más variados entre los cuales hemos tenido lanzamientos que han podido pasar desapercibidos. Uno de esos ejemplos podría ser World’s End Club. Es posible que muchos ya os sonara y es que estaba disponible desde el año pasado, a modo de Early Access, en Apple Arcade. Aunque no ha sido hasta hace poco que el juego que llegado en su versión completa para Nintendo Switch.
Este título, que ha sido desarrollado por Too Kyo Games y Grounding Inc, cuenta con los guionistas de la saga Danganronpa, que, a día de hoy podríamos decir que es bastante conocida sobre todo por su particular villano Monokuma. Partiendo de esa base, lo que se puede esperar de World’s End Club es un título que esté a la misma altura. ¿Lo habrá conseguido?
World’s End Club – El club de la buena estrella
La historia nos remonta hasta el viaje de estudios de unos jóvenes estudiantes en 1995. Este viaje de los estudiantes pertenecientes al “Club de la Buena Estrella” se ve frustrado debido a la caída de un meteorito en la ciudad de Tokio. Milagrosamente nuestros protagonistas se han salvado de esa catástrofe, pero han despertado en un extraño parque de atracciones.
Pero ahí no acaba a todo y es que, además de intentar encontrar una salida, tendrán que participar de forma obligatoria en un “juego de supervivencia”. Cada uno de ellos tiene una pulsera con un objetivo, que no es el suyo propio, sino el de uno de los 11 protagonistas del juego. Solo uno puede ganar y para hacerlo se debe averiguar y cumplir el objetivo. ¿Quién sobrevivirá? (¿Os suena de algo esta sinopsis?)
Todo el juego en si cambia a raíz de que completemos esta historia mortal, por lo que si queréis podéis saltar y no seguir leyendo a partir de ahora. Cuando salimos al exterior veremos que ya no estamos en Tokio, si no que estamos en la otra punta de Japón, y que al parecer no quedan personas. Nuestro objetivo será encontrarlas y regresar de nuevo al punto de partida para ver que ha ocurrido y si quedan supervivientes.
Es debido a esto que World’s End Club podríamos decir que se divide en varias fases: historia, campamentos y aventura/acción. Durante las fases de historia se nos plantean en ocasiones toma de elecciones que provocará que el grupo se separe. Esto hace que el juego se preste a ser rejugable ya que si queremos ver que le ocurrió al otro grupo solo nos quedará esa opción. El juego tiene varios finales por lo que os diría que para vuestra primera partida no le deis mucha importancia y que toméis la opción que creáis mejor.
La otra forma de enterarnos de la historia y de intentar empatizar con los personajes es durante los campamentos. Durante esta podremos hablar con los personajes que estén disponibles para así saber que les preocupa o que piensa en lo que deberíamos hacer a continuación. Esta fase podríamos decir que es opcional y es que podemos saltarla sin llegar a hablar con ellos para que continúe hasta la fase de aventura.
Aunque a priori no lo parezca, la historia está muy bien construida y conforme íbamos jugando el juego nos mantenía en vilo. Hay bastantes giros de guion por lo que la mayoría del tiempo no vais a saber por dónde va a tirar. Esto es un punto muy a favor hacia el juego ya que evita ser predecible. Además, si jugáis el tutorial del juego, parece que el propio juego nos está haciendo un spoiler. Es muy recomendable que prestéis atención a los detalles ya que vamos a ir pillando referencias a otros juegos.
¿Jugabilidad mediocre?
La tercera parte que comentábamos es la que está dividida la acción. Durante esta tendremos la posibilidad de explorar el escenario en el que nos encontramos. En ellos veremos también como se desarrollan momentos de historia, pero principalmente estaremos resolviendo algún que otro puzle, así como utilizar las habilidades especiales de nuestros personajes.
Cada uno de los protagonistas tienen una habilidad que nos va a permitir superar o interactuar con los escenarios. Por ejemplo, el protagonista tiene como habilidad de hacer un super lanzamiento de objetos. Con ella podemos por ejemplo tirar elementos del escenario, para encontrar por ejemplo un cromo, o incluso lanzarles cosas a los enemigos. No es difícil acabar con los enemigos y es que incluso podríamos decir que son secundarios (realmente están para molestar y justificar los elementos de plataformeo).
Los puzles que vamos a encontrar no tienen mucho misterio y veremos rápidamente como resolverlos. Quizás la complejidad está en ser capaz de llevarlo a cabo. Da la sensación de que hay una especie de retardo entre que pulsamos el botón y que el personaje ejecute la acción. Esto provoca también que en ocasiones queramos saltar y llegar hasta una zona y no podamos. Algo que también nos fue un poco frustrante fueron los puntos de colisión con los enemigos, que más de una ocasión nos ha llevado a ver la pantalla de “Game Over”.
Si os gustan los coleccionables en los juegos en World’s End Club también los tenemos en forma de sellos. Están ocultos por los escenarios, por lo que nos llevará a veces a revisitar sitios que ya habíamos visitados. Además, cada uno de ellos tiene una rareza que varia en función de lo oculto que se encuentre el cromo. Os recomendaríamos buscarlos ya que sus diseños no tienen desperdicio y alguna que otra risa está garantizada.
Estilo peculiar
World’s End Club tiene un estilo bastante peculiar que mezcla entornos en 3D con ilustraciones en 2D tanto para los momentos de diálogos como representar algunas escenas. Nos ha sorprendido para bien este apartado, pero también para mal, ya que por ejemplo el video con la cinemática introductoria se veía muy pixelado y con mala calidad en una pantalla grande.
La banda sonora también ha sido algo que nos ha gustado bastante, es cierto que no tenemos temas pegadizos o que recordemos como en Danganronpa, pero encaja a la perfección con este juego. Y no hay que olvidar mencionar que el juego nos ha llegado completamente traducido al español y con audio dual (japonés o inglés).