Digimon Story: Time Stranger se presenta como un RPG disponible para PlayStation 5, Xbox Series X/S, y PC que combina la esencia clásica de los JRPG de la era PlayStation 2 con las capacidades técnicas y de diseño actuales. Esta subsaga «Story« se centra en la colección de más de 450 Digimon, y promete ofrecer numerosos sistemas para que los jugadores puedan crear su equipo ideal.
La misión de ADAMAS
En Digimon Story: Time Stranger, encarnamos a un agente secreto de la organización ADAMAS, encargada de investigar fenómenos paranormales relacionados con los Digimon. Esta trama gira en torno a un viaje accidental en el tiempo que nos dará la oportunidad de investigar e impedir un desastre conocido como el «Infierno de Shinjuku». La narrativa transcurre entre dos periodos temporales: el presente y un pasado ocho años antes, donde nuestro protagonista queda atrapado, enfrentando desafíos para cambiar el destino del mundo digital y real.
Como sucede en algunos RPG, la introducción puede sentirse lenta y algo repetitiva. Esto se debe a que, en las primeras horas, la exploración se limita a áreas reducidas, lo que puede resultar frustrante para quienes buscan una acción inmediata. Sin embargo, la narrativa cobra fuerza una vez que se accede al Mundo Digital, conocido como Ilíada, donde se desarrollan relaciones más profundas y se revelan misterios que enriquecen la experiencia.
La historia combina temas clásicos de la franquicia como la amistad, la lealtad y el coraje, pero también aborda con más madurez temas más emocionales, incluyendo tragedias y vínculos personales entre los personajes. La relación entre el protagonista, nuestra amiga Inori y su Digimon Aegiomon es especialmente emotiva, convirtiendo a este trío en el motor narrativo del juego.
Nuestro protagonista (podemos elegir su género al comienzo) es un personaje silencioso que puede provocar cierta desconexión, sobre todo porque otros personajes tienen actuaciones de voz y nosotros no, aunque el diseño visual de sus interacciones sugiere lo contrario. Se nos ofrece en numerosas ocasiones diferentes líneas de diálogo que realmente no aportan ni cambian prácticamente nada, lo que acaba en que pulsemos la primera que veamos.
Digiturnos
Donde pasaremos gran parte de nuestro tiempo serán en las batallas contra otros Digimon. Pero no tenemos de qué preocuparnos ya que han conseguido hacer un sistema de combate bastante entretenido y accesible que no se nos hará pesado. Tendremos un equipo de tres Digimon en activo y otros tres en reserva, que podemos cambiar en cualquier momento. Además, dependiendo del momento de la historia en el que nos encontremos tendremos hasta dos Digimon más invitados, lo cual facilitará un poco la tarea, y no es mala idea aprovecharlo a nuestro favor.
Podemos iniciar los combates atacando por sorpresa al Digimon desde el propio escenario, lo cual hará que empecemos con ventaja, al igual que les pasaría a ellos si nos atacan antes. Si existe mucha diferencia de nivel con nuestro rival, directamente no se producirá el combate por turnos y recibiremos nuestras recompensas. Esto hace que nos ahorremos bastante tiempo en nuestras travesías cuando estemos repitiendo mazmorras al hacer misiones secundarias, por ejemplo.
Además, para poder incorporar un nuevo Digimon a nuestro equipo, no basta con haberlo enfrentado una vez, es necesario derrotarlo varias veces para recopilar todos sus datos, permitiendo así desbloquear su “invocación”. Este proceso añade una capa de exploración y paciencia, motivándonos a repetir encuentros y descubrir las distintas formas y habilidades si queréis obtener cada criatura que veamos por los escenarios (igualmente se podrán conseguir a través de la digievolución).
Partiendo de lo que cualquier RPG pueda tener, vulnerabilidades de elementos (acero, agua, fuego, etc…) y tipos (vacuna, datos, virus, etc…), han construido un híbrido que combina todos estos elementos para crear un sistema de multiplicadores de daño más complejo de los habituales que nos incentiva a probar diferentes combinaciones de Digimon y habilidades.
Los combates contra los jefes se convierten en auténticas pruebas de ensayo y error. A menudo descubriremos (normalmente por las malas) las debilidades del enemigo, lo que nos obligará a replantear la composición de nuestro equipo de Digimon. Si no damos con la estrategia adecuada desde el inicio, estas batallas pueden alargarse innecesariamente, consumiendo una cantidad excesiva de objetos curativos.
Los jefes se podrían considerar casi un puzle, pues poseen unas barras de rotura en ciertos momentos que, de no ser disminuidas rápidamente, volverán las tornas contra nosotros. Debemos ser capaces de adaptarnos a cada situación para sufrir lo mínimo posible, pero cuando lo hagamos, será bastante satisfactorio haber dado con la tecla.
Uno de los puntos más agradables del combate es el poder usar un objeto sin que consuma una acción, eso sí, solo podremos un objeto por turno. Esto, junto a que cambiar de Digimon tampoco lo consume, hace que podamos estar probando nuevas estrategias en “tiempo real” sin necesidad de salir y volver a construir nuestro equipo desde cero.
A su vez, si queremos ir directos al grano en los combates podemos activar hasta un x5 en la velocidad. Esto puede ser especialmente útil si estamos entrenando ya que no necesitamos prestar tanta atención e incluso reducir las animaciones que se muestran. Esto, sumado al combate automático, hará que nuestras sesiones de entrenamiento sean menos exasperantes. Sin embargo, no todo es bueno. Un punto negativo del combate automático es que nuestro Digimon no pondrá en uso los conocimientos que tenemos sobre nuestro oponente. Esto implica que en ocasiones no utilice las habilidades que claramente son las más óptimas para derrotarlo.
Ascendiendo en la cadena
Nuestro agente tendrá a su disposición una serie de árboles de habilidades que iremos rellenando conforme vayamos consiguiendo unos puntos obtenibles a través del avance en la historia principal y completando misiones secundarias. Estas habilidades van desde poder usar una serie de habilidades únicas en combate hasta hacer que cierto tipo de Digimon aumente sus parámetros. Conforme vamos desbloqueando casillas de este árbol nuestro rango de agente ira subiendo, lo cual nos permitirá evolucionar a un mayor nivel a los Digimon.
Pero no solo necesitamos cumplir este requisito para obtener, por ejemplo, un Digimon Campeón, si no que deberán cumplirse ciertos requisitos de otros parámetros. La digievolución es una parte central y meticulosa del juego el cual nos consumirá bastante tiempo si nuestra intención es registrar cada uno de los más de 450 Digimon disponibles en este título. También podemos hacer uso de la desdigievolución, devolviendo a un Digimon a un estado anterior para poder optar a otra ramificación de su línea evolutiva si lo necesitamos.
Para poder facilitar esta tarea e ir cumpliendo estos requisitos “en masa” nos presentan la Digigranja. En este lugar podemos colocar nuestros Digimon y asignarles entrenamientos para que aumenten ciertos parámetros concretos (según el entrenamiento) así como alimentarlos para aumentar su afinidad con nosotros. Estos entrenamientos tardan tiempo real y pueden realizarse inmediatamente si utilizamos el dinero del juego. Por lo que si buscamos cierto Digimon en concreto debemos prestar atención y planificar su entrenamiento con estos requisitos en mente. Por supuesto contamos con los típicos objetos que aumentan permanentemente cierto parámetro del Digimon, lo cual acelerará este proceso.
Para personalizar aun más nuestro Digimon nos permiten equiparles, aparte de dos ranuras de accesorios (aplicando efectos variopintos), discos con habilidades listas para ser usadas, para por ejemplo que un Digimon de ataque puramente, pueda curar o aplicar efectos positivos al resto del equipo, o que un Digimon “de fuego” realice habilidades de elemento agua. Esta versatilidad hace muy divertida la composición del equipo e intentar que siempre estemos cubiertos de una u otra manera, ya sea cual sea el reto.
Entre el mundo real y el digital
En Digimon Story: Time Stranger exploraremos dos mundos: el real (una versión de Tokio) y el mundo digital Ilíada, inspirado en mitologías clásicas pero con amplia variedad ambiental y numerosos Digimon que conviven de manera “realista”. Destaca por su atención al detalle, mostrándonos cómo los Digimon realizan actividades cotidianas, lo que aporta vida y realismo a estos entornos, algo que se valora positivamente frente a entregas anteriores que parecían más estáticas.
Las mazmorras son áreas cerradas con temáticas específicas, como cloacas, bosques o costas marinas, que ofrecen variedad. A pesar de su diseño compacto, estas zonas requieren exploraciones repetidas, lo que puede resultar monótono para algunos jugadores. Sin embargo, cuentan con una integración temática interesante, y en ocasiones se conectan mediante Digimon transportistas, intentando crear una sensación de mundo interconectado.
Entretenidos mientras salvamos el mundo
Aparte de la misión principal, el titulo nos mantiene ocupados mientras vamos resolviendo otras misiones secundarias y con algún que otro minijuego. Además conforme avancemos por la historia, iremos descubriendo una serie de mazmorras adicionales que servirán como retos para poder aplicar nuestros conocimientos, apareciéndonos grandes conocidos de otras entregas de la saga.
Con el reciente resurgimiento de los juegos de cartas, era de esperar que implementasen uno en esta entrega. Pero no se trata de su TCG oficial, si no de una versión demasiado simplificada. En cada enfrentamiento, nuestro mazo se elegirá automáticamente respecto a la colección que tengamos. Estas cartas poseen un sistema de valores y tipos (números del 1 al 7 y tipo Vacuna, Virus, etc…), siendo más poderosos los números altos como era de esperar y el ya conocido triangulo de vulnerabilidad de tipos. Estas reglas comentan que tienes más probabilidades de ganar si las tienes en cuenta, pero ciertamente puedes ganar a un Digimon con valor 7 con tu Punimon de valor 1, eso sí, si tienes suerte (o mala, por que da mucha rabia cuando ocurre al contrario).
Cada Digimon tiene su carta correspondiente y podemos o bien comprarlas, ganarlas en los combates o en estas partidas de cartas. Aunque bien es cierto que nos libera de lo monótono de los combates y entrenamiento, al no tener un sistema fijo, sino que depende demasiado de la suerte, no es tan gratificante como debería.
Aparte de lo mencionado, este título guarda muchos más detalles que merece la pena descubrir y disfrutar por cuenta propia, como la vestimenta de nuestro protagonista o las monturas Digimon para agilizar la exploración. Durante nuestra aventura el propio título intenta romper el ritmo que ya estamos acostumbrados presentándonos alguna sección con alguna mecánica diferente o peculiar, lo cual, aunque no cambia la fórmula radicalmente, se agradece.
Entrando por los ojos
Solo hace falta ver las imágenes para ver el esmero que han puesto en el desarrollo de este Digimon Story: Time Stranger. Los modelos de Digimon han sido completamente rediseñados desde cero para esta entrega, con un nivel de detalle y animación superior a entregas anteriores. Los Digimon tienen personalidad propia a través de sus animaciones y efectos especiales que nos hará recordar a cuando veíamos el anime.
La recreación de diferentes barrios de Tokio esta bastante bien conseguida, y aunque recuerda a lo que vimos en Persona 5 u otros títulos basados en la capital nipona, sigue guardando su propio estilo. A pesar de que sigue pecando de una demasiada fragmentación en pequeños escenarios, nos transporta al ambiente japonés.
La banda sonora nos acompaña de una más que correcta manera, con piezas orquestales y electrónicas que se acoplan a los diferentes ambientes y situaciones. Nos es imposible no compararla con otras entregas donde a día de hoy seguimos tarareando sus melodías (sí, va por vosotros Digimon World y Digimon World 2003).