Os hablamos hoy de Persona 4: Dancing All Night, un spin-off de la saga Persona en forma de juego musical, publicado el 6 de Noviembre de 2015 en Europa por NIS América.
Takura Productions
El juego empieza en unos estudios musicales, unos años antes de los eventos que sucederán a lo largo del modo historia, con una secuencia bastante dramática en la que vemos cómo una chica, aparentemente parte del personal del estudio, aparece ahorcada en una de las salas del mismo. Este hecho servirá de hilo conductor para ir avanzando a lo largo de los episodios del modo historia, en los que intercalaremos escenas de diálogo – mucho diálogo – con los bailes y canciones que le dan sustancia al juego.
A destacar que todas las conversaciones han sido dobladas (incluso para personajes muy secundarios), lo que se resume en muchas horas de diálogo que le dan un especial valor de producción al juego, ya que aproximadamente un 75% del tiempo invertido en este modo lo pasaremos leyendo y escuchando las conversaciones entre los personajes.
Los bailes y las canciones
El juego nos permite utilizar dos modos de control, bastante similares. El primero de ellos es el que nos explican en los tutoriales, y se basa en el uso de los botones, en concreto ‘Triángulo’, ‘Círculo’ y ‘X’ en la mano derecha, las teclas direccionales arriba, izquierda y abajo en la mano izquierda, y los dos sticks analógicos.
El segundo modo de control se basa en pulsar los botones sobre la pantalla táctil de la consola, cambiando el uso de los sticks por un deslizamiento de nuestro dedo a través de la pantalla. Este segundo modo de control resulta bastante intuitivo, y aunque no se menciona en el tutorial, resulta bastante sencillo darse cuenta de su existencia tan solo por cómo está configurada la interfaz en las canciones.
¿Y cómo se baila? Pues siguiendo el ritmo de la canción y el de las “notas” que aparecen en pantalla. Es un juego musical, al fin y al cabo. A destacar que la curva de dificultad de las canciones es bastante equilibrada, tanto en el modo historia como en el modo baile libre. Cada vez que completemos un baile podremos comprobar nuestra puntuación y se nos premiará con una cantidad de “dinero” conforme a nuestro rendimiento (además de un bonus fijo en caso de superar la canción). Además, dependiendo de si durante el baile hemos acertado una serie de notas opcionales, podremos ver algunas coreografías en las que otro protagonista entra en escena.
Algo que me ha llamado bastante la atención es que cada canción tiene su coreografía, lo que demuestra el cuidado que se ha puesto en el desarrollo del juego: los diseñadores no se han limitado a incluir un baile aleatorio en las canciones (por lo que se refiere al modo historia), sino que han cuidado que cada composición sonora tenga su representación visual concreta. Además, en el modo historia podemos disfrutar de una serie de escenarios “temáticos” (hay varias “mazmorras”, por así decirlo, a lo largo de la historia), que nos recordarán en cierto modo a la ambientación ya vivida en Mayonaka TV.
Encontraremos, como es lógico, canciones originales y remezclas de los temas con los que ya nos deleitaron Shoji Meguro, Ryota Kozuka, Atsushi Kitajoh en Persona 4 (incluyendo en esta ocasión el tema vocal de Junes en japonés), pero también otros creados específicamente para este juego, e incluso el tema principal de Persona Q: Shadow of the Labyrinth, «Maze of Life».
El modo Baile Libre
Tanto si se nos queda corta la historia (yo he tenido la sensación de que le faltan un par de horas y hay puntos que podrían haberse desarrollado un poco mejor) como si queremos pasar directamente a la acción tenemos a nuestra disposición el modo Baile Libre. En este modo podremos seleccionar la canción que más nos apetezca bailar y darlo todo con ella, en una de las cuatro dificultades que tiene el juego (aunque al principio solo habrá tres disponibles). Además, podremos elegir qué personajes queremos que intervengan en las canciones, característica que es clave para conseguir algunos de los trofeos ocultos del juego.
El modo baile libre es parcialmente independiente del modo historia: las canciones que hayamos jugado en el modo historia no aparecerán directamente en el modo baile libre, pero sí que habrá algunos eventos de la historia que desbloquearán elementos para este modo.
De igual forma, el modo baile libre permite desbloquear varias opciones, tanto para configurar cómo queremos jugar, como para personalizar a nuestros héroes bailarines. Algo que se agradece es que algunas de las personalizaciones, como la velocidad a la que queremos que aparezcan las notas en pantalla, se pueden ajustar desde un primer momento, ajustando nuestra experiencia de juego. ¿Queremos que se nos vayan acumulando notas en la pantalla? Podemos. ¿Queremos ver casi de forma exclusiva la siguiente nota que vamos a tener que marcar? También podemos. Son personalizaciones que se agradecen, y que desde luego adaptan el juego a la experiencia que uno desea tener.
Como último añadido, el juego incluye un sistema de rankings, por lo que los obsesionados con conseguir las máximas puntuaciones en todo deberán tener cuidado de no quedar atrapados en la lucha por ser el mejor bailarín.
La tienda de Tanaka
Si habéis jugado a Persona 4 (o incluso a Persona 3), seguro que recordáis el canal de teletienda de Tanaka. En esta ocasión, el curioso presentador de televisión será el encargado de vendernos los artículos para personalizar a nuestros personajes en el modo Baile Libre, así como objetos que nos permitirán que todo sea mucho más fácil en dicho modo (a cambio de una penalización en nuestra puntuación y dinero al final de la canción), o por el contrario hacer que todo sea extremadamente complicado, aumentando la velocidad de aparición de las notas hasta límites insospechados o, directamente, haciéndolas desaparecer, con el consiguiente aumento del bonus final si se finaliza con éxito el baile.
Pero sin duda lo que nos puede llegar a tener horas bailando nuestra canciones favoritas son las personalizaciones de los protagonistas: los podemos personalizar con conjuntos de ropa y con accesorios (por ejemplo, con el traje de mayordomo de la Velvet Room y unas gafas – aquí se nota mi falta de sentido de la moda). Cada artículo se desbloquea de una forma distinta, como por ejemplo comprando una cierta cantidad de conjuntos para un determinado personaje, y ya os podéis imaginar que obtenerlos todos es casi tan difícil y requiere invertir mucho tiempo en el modo Baile Libre.
Con estas personalizaciones se aprecia el buen trabajo artístico llevado a cabo para este juego, ya que los personajes lucen mucho más detallados que en Persona 4 Golden, además de tener, incluso sin necesidad de recurrir a las personalizaciones de la tienda de Tanaka, un estilo mucho más acorde con la estética pop que propone el juego (por ejemplo, Rise tiene mucho más aspecto de “idol” que en Persona 4).