Análisis – Rainbow Skies

Análisis
6

Bueno

Hoy os presentamos el análisis de Rainbow Skies, un RPG de fantasía de los creadores de Rainbow Moon, disponible en formato digital y con cross-buy para PlayStation 3, PlayStation 4 y PlayStation Vita a partir de hoy, 26 de junio.

Arca, la ciudad del cielo

Rainbow Skies se nos presenta como la historia de Damion, un joven entusiasta (literalmente se entusiasma con cualquier cosa) e imprudente aprendiz de domador de monstruos que se da la gran juerga justo la noche antes de su examen, y su compañero / instructor / amigo / Pepito Grillo particular Layne, quien además actúa como examinador la mañana siguiente a la fatídica noche que introduce el juego.

El juego también podría haberse llamado “Voy a hacer mi examen de domador tras una noche de borrachera (SALE MAL)”, ya que todo lo que ocurre después es consecuencia directa del incidente provocado por Damion durante el examen, como conocer a Ashly, la última de las incorporaciones al plantel de personajes principal, y una aprendiz de maga capaz pero algo inocente.

Tenemos que confesar que es sorprendente la duración que tiene este juego, tiene muchísimas cosas por hacer, muchas secundarias, bastantes personajes que nos dirán algo y una historia principal que puede durar fácilmente cerca de 40 horas. Es la típica historia que intenta ser graciosa y a la vez contarnos algo, pero que no consigue enganchar del todo, aunque es cierto que hemos encontrado algún giro de guión cuando de verdad pensábamos que no iba a ocurrir nada más. En el endgame, los números se vuelven locos, empiezan a subir como si se hubiera roto algo, de forma totalmente exagerada, con personajes y enemigos que se vuelven mucho más fuertes en cuestión de pocas horas en comparación con el desarrollo hasta el momento.

Me parecería hasta curioso que la apuesta sea esta (no por nada el juego lleva casi seis años en desarrollo), si no fuera porque esta es la misma propuesta que nos daba Rainbow Moon. Y es que me resulta inevitable pensar y referirme continuamente al anterior juego de Sidequest Studios porque, habiéndolo jugado, tengo la sensación de haber jugado de nuevo al mismo juego.

Viajar y explorar

Y del mismo modo, nos volvemos a encontrar en Rainbow Skies un combate lento y con animaciones excesivamente largas. Alguien pensó que podía sentido que la habilidad más simple tenga una animación de 3 segundos, pero el único que le podemos ver es que sientas que merece la pena hacer los ataques simples, solo por no tener que repetir las animaciones. Hay una excepción, por supuesto: cuando usas varias veces la misma habilidad sí puedes saltar la animación, pero solo mientras la uses de forma consecutiva, si cambias a otra habilidad la vas a tener que ver de nuevo, por si te habías olvidado de ella.

Por si esto no hiciera los combates lentos en exceso, además los enemigos tienen unas cantidades de vida incomprensiblemente altas que hacen que hasta el combate más simple pueda durar 5 minutos sin muchos inconvenientes (y sin excesiva acción). El desarrollo de los combates es el típico de un SRPG, no hay muchos cambios en el sistema clásico de tablero de movimiento por cuadrículas, las ventajas / desventajas entre tipos de personajes y el uso de habilidades u objetos. Algunos combates son multitudinarios, normalmente contra enemigos de menor nivel para poder salir airoso, pero fácilmente encontraremos secciones en los que tendremos combates contra 20 enemigos que pueden durar los mismos minutos. Por si fuera poco, también hay combates aleatorios, aunque podemos pasar de ellos si ignoramos el aviso y no pulsamos ningún botón.

Aún así, en esta ocasión el combate tiene muchos elementos: formaciones, opción para cambiar de equipamiento a mitad de batalla, muchas habilidades, y se añade, respecto a la entrega anterior del estudio, la “cría” de monstruos (el protagonista en teoría está estudiando para domarlos, así que es una decisión que tiene sentido). Los monstruos son, en definitiva, personajes que podemos incluir en nuestras formaciones y que son incluso más útiles que los personajes principales a la hora de combatir, porque se desarrollan mucho más rápido.

Pero todo esto queda, en cierto modo, lastrado por el diseño. Porque nadie, nadie tiene ganas de luchar en Rainbow Skies, los monstruos aparecen a la otra punta del escenario de batalla, con lo que muy probablemente nuestro primer turno siempre consista en acercarnos y defender para aguantar que sea el enemigo el que dé el primer golpe, por muy rápidos que sean nuestros personajes.

Una de las mecánicas más interesantes que ofrece el juego es la sección de mejora de los personajes. A lo largo del juego encontraremos, entre cofres, sacos y restos de los enemigos, unos objetos azules, rojos o amarillos llamados “Piedras de habilidad”. Estas piedras las usaremos para aumentar las estadísticas de los personajes, tanto de los protagonistas como de aquellos monstruos que hayamos domado, siendo lo más normal usar las piedras azules, dado que mejoran los atributos más importantes para cada personaje y encontraremos muchas más. El único problema que le hemos visto a este sistema es que provoca que alguno de los personajes sea bastante poco útil durante gran parte de la aventura salvo que le dediquemos gran parte de las piedras rojas.

Hablando (el mismo idioma) se entiende la gente

Sabéis que solemos comentar algunas cosillas del acabado técnico, artístico o de localización, y en este caso me sorprendió gratamente encontrarme con Rainbow Skies traducido al castellano, dado que el primer juego llegó en inglés y nada ha cambiado sustancialmente en el estilo de juego, pero desde luego es una grata sorpresa y la localización está francamente bien, por lo que se agradece el esfuerzo de la editora, Eastasia Soft, para traerlo en estas condiciones.

El diseño visual sí nos ha decepcionado un poquito, ya que aunque mejorado, se parece demasiado a lo que vimos en la anterior producción del estudio. Ni siquiera se ha alterado sustancialmente la paleta de colores, ni el diseño de los menús del juego, y la sensación de “esto lo he visto antes exactamente y del mismo modo” puede acompañarnos fácilmente durante toda la aventura si somos “repetidores”.

En el apartado musical repiten algunos temas de Rainbow Moon, como la fanfarria después de un combate (aunque con un arreglo distinto) y uno de los temas de combate, pero en general la música se ha renovado, tiene alguna melodía pegadiza, y desde luego acompaña bastante bien lo que ocurre en cada momento. Lo que molesta un poco más es el apartado de los efectos de sonido: son excesivamente repetitivos y muchos de ellos ya estaban en Rainbow Moon.

No llega a tener un impacto negativo en el conjunto del juego, pero no hubiera estado de más tener un poco de variedad al respecto. Por último, un pequeño detalle del que nos hemos dado cuenta, es que la calidad de sonido de la versión de PS Vita es ligeramente inferior a la de PS4, tanto en los efectos como en las melodías, pero resulta poco perceptible salvo que usemos unos buenos auriculares en ambos sistemas.

Positivo

  • Muchísimas cosas por hacer, tanto en la historia principal como en objetivos secundarios.
  • Buena localización al castellano, no es simplemente una traducción rápida.

Negativo

  • La duración de todo el juego está condicionada por la lentitud de todos los combates.
  • Aunque graciosa, la historia no tiene excesivo gancho y puede que lleguemos a ignorarla.
  • No es precisamente el juego más bonito y original.

Resumen

Siendo sinceros, Rainbow Skies no acaba de destacar en ninguno de sus apartados, y el conjunto no es todo lo lustroso que podría, en parte porque recuerda en exceso al anterior trabajo de Sidequest Studios. Es un progreso, pero los mismos inconvenientes de diseño que encontrábamos en Rainbow Moon los vamos a ver aquí de nuevo. Aún así, es un juego con muchísimo contenido, y si consigue hacernos click, tendremos muchas horas por delante para disfrutar de un SRPG ligero, pero no por ello fácil, sobre todo en el tramo final y el endgame.

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Bueno